“Cualquier invitación que me hagan para un evento en apoyo a la comunidad yo estoy más que puesto para ayudar”.
"Amis mis 50 años logré hacerme de los dos muñecos, por el tiempo en el que estuve en la política recibí apoyo ya que me los patrocinaron; ambos son originales", cuenta alegremente Miguel de la Paz, fotógrafo y ventrílocuo, conocido como "El Tío Miguelin", por placer a el arte que desde la infancia nació en él.
Miguel de la Paz, cuenta que vivió una difícil situación económica en su familia y no poder pagar los diferentes shows de payasos y ventriloquía que se presentaban en su escuela, sin embargo, se quedaba viendo el show a unos 100 metros de distancia a través de la barda que dividía su escuela, fue ahí cuando por primera vez disfrutó en vivo de una escena que normalmente solía ver a través de la televisión, el Show de "Don Jelo y su muñeco".
Sabemos que a un artista le nace el gusto por su arte de alguna manera especial, para usted ¿Cuál fue el inicio?.“El gusto por la ventriloquia fue un sueño desde mi infancia, en aquellos tiempos acudían payasitos a hacer show y cobraban un peso para entrar a verlos ya que económicamente vivíamos muy ajustadamente. Don Jelo y su muñeco, fue el primer show de Ventriloquia en vivo que vi. Anteriormente solo lo veía a “Don Carlos, Neto y Titino”, quienes aparecían en el programa “Siempre en Domingo”, por lo que yo me enamoré completamente de Titino por ser el niño bueno".
A pesar de las dificultades económicas, ¿Cuándo fue que pudo contar con sus propios muñecos? "A mis 50 años logré hacerme de los dos muñecos, por el tiempo en el que estuve en la política recibí apoyo ya que me los patrocinaron; ambos son originales"
A pesar de que actualmente es muy raro ver shows de ventriloquia, ¿Ha batallado para encontrar espacio para su espectáculo? " Tuve una cirugía de un pulmón, y duró casi dos años el estar en reposo por lo que tuve que suspender los shows. Me fui a la ciudad de Acuña y empecé a moverlos más, allá, sin embargo, desde el inicio de la pandemia ha sido difícil el acomodarme de nuevo".
Dos muñecos son a los que usted dio vida, pero ¿De dónde fue que nació la inspiración para crearlos? "Principalmente el muñeco 'Titino' fue mi inspiración. Sebastián y Tino por mis hermanos, además por homenaje a Titino, mi personaje favorito de la infancia. Inicialmente yo los había llamado como mi muñeco favorito, pero a recomendación de un artista, le cambié el nombre debido a derechos de autor, y resultó como coincidencia el nombre de mis hermanos".
Existe el humor dirigido a diferente público, tanto como para niños, jóvenes y adultos, ¿Hacia qué público va guiado su show? "Elegí el humor para niños principalmente porque soy una persona cristiana y más que nada el recordar lo que era el humor blanco de aquellos tiempos. Actualmente los niños no saben de esto, y es difícil entretenerlos con eso, así que he tenido más éxito con los adultos que con los niños, porque he escuchado los comentarios de la gente diciendo “ya tenía años de no ver un evento así”, lo que me llena de satisfacción al saber que sí lo estoy haciendo bien".
Toda persona se inspira para sus creaciones, para usted ¿Cuál es su inspiración?. “Me inspiro porque más que nada por el payaso Pichirilo, además de que me está “apadrinando” se podría decir en cuestión de aprendizaje"
En cuanto a la preparación, ¿Ha sido difícil el aprender el arte de la ventriloquia? "El hablar sin mover los labios lo fui aprendiendo solo, además de que fui viendo vídeos. Estaba en un grupo de ventrílocuos que están en España, quienes fueron los que me daban datos, consejos y técnicas en línea. Fue difícil el prender hablar así, no estoy al 100, sigo preparándome".