En 2015 dicha deuda era del 18% del pasivo a corto plazo
La deuda con proveedores de Petróleos Mexicanos (Pemex), que al cierre del tercer trimestre del año se ubicó en 227,409 millones de pesos, pasó de una participación de 18% en 2015.
A nada menos que 27% del pasivo a corto plazo de la empresa este año, lo que ha provocado alertas acerca de la sostenibilidad de las finanzas de la empresa y su dependencia del gobierno federal. De acuerdo con los indicadores trimestrales de la estatal petrolera, la deuda con proveedores aumentó el año pasado por los bajos precios del petróleo y la caída en la demanda de combustibles luego de la reducción en la movilidad por la contingencia sanitaria, con lo que de hecho el año pasado esta deuda fue de 297,409 millones de pesos al llegar a septiembre, representando el 38% del pasivo de corto plazo de la empresa y su nivel más alto en la historia. Aunque este monto se redujo en 24% al llegar a este año, ha aumentado en 292% en comparación con el 2015, por lo que las obligaciones contraídas por Pemex para operaciones de gran tamaño cuyos flujos de capital obligan a que las transacciones se realicen crédito, son más elevadas en 169,383 millones de pesos que lo que sumaban al tercer trimestre del 2015.
Adeudo. Arturo Carranza, analista del sector energético mexicano, la deuda que mantiene Pemex con sus proveedores se explica, en buena medida, por el modelo de negocio de la empresa. “En la medida en que la compañía abarca todas las actividades de la cadena de valor de la industria de los hidrocarburos sin poder echar mano del apoyo de la industria privada, su presupuesto se vuelve insuficiente para atender estas responsabilidades de una manera tal que le permita generar la liquidez.