El Consejo Supremo Electoral (CSE) de Nicaragua acreditó este sábado a los "acompañantes electorales", procedentes de países de América y Europa, que darán seguimiento a los comicios generales de este domingo, en los que el presidente Daniel Ortega busca una nueva reelección.
Los más de 200 acompañantes extranjeros, según datos del Ejecutivo, fueron acreditados en un acto cerrado que el Poder Electoral celebró en el Centro de Convenciones Olof Palme, en Managua, según la información oficial.
La figura de "acompañantes electorales" es novedosa en Nicaragua, país que históricamente recibía observadores electorales, una figura derogada en mayo pasado en una reforma a la Ley Electoral que recibió críticas por establecer normas que restringen la participación en los comicios.
Además de carecer de observadores electorales, los comicios de Nicaragua se desarrollan con siete aspirantes a candidatos a la Presidencia por la oposición encarcelados, y con tres partidos opositores con sus personalidades jurídicas canceladas.
Según el Ejecutivo, los "acompañantes electorales" provienen de Abasia, Bélgica, España, Francia, Reino Unido, Irlanda, Italia, Osetia, Rusia, Honduras, Estados Unidos, Puerto Rico, Trinidad y Tobago, entre otros.
"Quiero agradecer al pueblo de Nicaragua y a las autoridades el recibimiento (…) este pueblo ha demostrado ser hospitalario que vive en paz, que vive en libertad a pesar de la gran campaña mediática desinformativa que se hace tanto en Europa y especialmente en España que no se ajusta para nada a la realidad", dijo a medios oficialistas el diputado de Unidas Podemos en Andalucía, España, Ismael Sánchez Castillo.
En octubre pasado el observatorio multidisciplinario Urnas Abiertas identificó a algunos de los "acompañantes electorales" como "simpatizantes" o activistas del oficialista Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en sus países.
En estas elecciones Ortega, quien ya gobernó entre 1979 y 1990, busca su tercera reelección seguida, para un cuarto periodo consecutivo de cinco años y segundo con su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta.
Organizaciones defensoras de derechos humanos y de nicaragüenses en el exilio han calificado estos comicios como "fraudulentos", al tiempo que la Organización de los Estados Americanos (OEA), la Unión Europea y diversos países han mostrado sus reservas sobre la legitimidad de los resultados.
Más de 4,4 millones de nicaragüenses están citados para votar en las elecciones de mañana, con el objetivo de elegir al presidente y vicepresidente de Nicaragua, 90 diputados ante la Asamblea Nacional, y 20 representantes ante el Parlamento Centroamericano.