El conservador PSD, principal partido luso de la oposición, evidenció hoy sus heridas en el Consejo Nacional que acoge Aveiro donde el actual presidente, Rui Rio, y su opositor Paulo Rangel pugnan por liderar el partido. De fondo, los sondeos auguran una nueva "geringonça" para que gobiernen los socialistas.
Tras el anuncio del presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, de la celebración de elecciones anticipadas el 30 de enero, los conservadores del PSD quieren ganar tiempo pero en el Consejo Nacional que se celebra hoy en Aveiro los dos líderes que optan a presidir el partido no se ponen de acuerdo.
Rio quiere primarias el 20 de noviembre y que voten los 70.000 militantes del PSD, incluidos aquellos que en los dos últimos años no hayan pagado las cuotas.
Por su parte, Rangel quiere las primarias para el 27 de noviembre y que sólo voten los 27.000 militantes con las cuotas al día.
Ante la falta de consenso, el Consejo se suspendió media hora para que Rio y Rangel se reunieran para alcanzar un acuerdo.
Sin embargo, tras casi una hora de diálogo entre los dos tampoco llegaron a ningún acuerdo.
El Consejo Nacional continúa celebrándose y en caso de que no acerquen posturas serán los propios consejeros los que decidirán con sus votaciones.
LOS SONDEOS APUNTAN HACIA LA "GERINGONÇA
Las primeras encuestas realizadas tras la crisis política abierta en Portugal concluyen que el Gobierno pasará por una nueva "geringonça" donde el Partido Socialista (PS) necesitará de las fuerzas de izquierdas para gobernar, como ya ocurrió en 2015 y 2019.
El último sondeo, realizado por la Universidad Católica Portuguesa entre el 29 de octubre y el 4 de noviembre, vaticina que el PS lograría el respaldo del 39 % de los votantes, por lo que subiría 2,7 puntos con respecto a los comicios de 2019.
El PS podría gobernar con el apoyo del BE y CDU, ya que alcanzarían el 51 %. Además, 66 % de los participantes en la encuesta considera que tras las elecciones del 30 de enero no habrá una mayoría estable.
La segunda fuerza más votada sería el PSD, que alcanzaría el 30 %, frente al 27,7 % de las pasadas elecciones.
El Bloque Izquierda (BE) se dejaría dos puntos y medio en los próximos comicios y lograría el 7 %, mientras que la coalición CDU del Partido Comunista y Los Verdes lograría el 5 % (1,3 puntos menos que en 2019).
UN TRUCO PARA LA MAYORÍA ABSOLUTA
La líder del Bloque de Izquierdas (BE), Catarina Martins, aseguró hoy en Oporto que la crisis política que vive Portugal es "innecesaria, artificial y un truco de António Costa" para obtener mayoría absoluta.
El PS logró en las pasadas elecciones 108 de los 230 disputados, frente a los 19 del BE y los 12 de la coalición de izquierdas CDU, mientras que el PSD logró 79.
Para Martins, "existían otros caminos", pero "la ambición del PS por la mayoría absoluta impidió un entendimiento razonable".
LOS VERDES ESPERAN REPETIR RESULTADOS
El grupo político de Los Verdes (PEV), que tiene dos diputados en el Parlamento y que en la actual legislatura concurrió junto con el Partido Comunista en la coalición denominada CDU aspira a, por lo menos, repetir los mismos resultados electorales, según el Consejo Nacional del partido celebrado hoy.
Heloísa Apolónia, que pertenece a la ejecutiva del PEV, aseguró hoy tras el Consejo Nacional que en caso del que el PS necesite los apoyos de su partido para gobernar no será necesario que el acuerdo figure por escrito
"No es necesario un acuerdo escrito para que haya posibles entendimientos y negociaciones con varios partidos", concluyó Apolónia.
En la legislatura que ahora concluye, el PEV obtuvo dos escaños, uno por el distrito de Setúbal y otro por la zona de Lisboa.
En la jornada de hoy, el líder del ultraderechista Chega, André Ventura, fue reelegido presidente con el 94,78 % de los votos frente al 5,22 % que obtuvo Carlos Natal.