Un juez ordenó detener al exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex) Carlos Treviño, confirmaron este sábado fuentes judiciales a Efe, esto después de que el pasado 7 de septiembre no se presentase a comparecer ante la justicia por los delitos de blanqueo de capitales y asociación para delinquir.
En agosto pasado, Emilio Lozoya, también exdirector de Pemex y que actualmente se encuentra en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México por el mismo caso, acusó a Treviño de haber sido parte de los sobornos en relación a la planta Etileno XXI, que era parte del supuesto esquema de corrupción de Odebrecht.
Por su parte, Treviño negó en todo momento dichas acusaciones y envió recientemente al juez una carta en la que argumentó falta de seguridad jurídica para llevar a cabo un juicio justo.
Además, su defensa aseguró a medios locales que al exdirector de Pemex no le consta dicha orden de aprehensión y que actualmente se encuentra en Houston (EE.UU.).
“Nosotros creemos que la Fiscalía, en un acto de congruencia, tendría que pedir la cancelación de la orden de aprehensión que exista en contra de mi cliente y debe aquí resaltarse que no es porque haya cometido ningún delito, sino porque no cumplió con el capricho de un juez; porque es un capricho, de acudir a una audiencia para la que no tuvo tiempo de prepararse”, destacó el bogado de Treviño, Óscar Zamudio, en una radio nacional.
Además, dijo que no le consta dicha orden de detención y consideró que podría ser que las acusaciones por parte de Lozoya sean solo parte de las negociaciones del mencionado con la Fiscalía.
El pasado miércoles un juez dictó el miércoles prisión preventiva contra Lozoya, acusado de recibir sobornos de la trama Odebrecht, a petición de la Fiscalía general, liderada por Alejandro Gertz Manero.
El que fuera director de la petrolera estatal en el Gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018) tenía un polémico pacto con el Ministerio Público para tirar de la manta e inculpar a otros políticos -incluido a Peña Nieto- a cambio de pasar su proceso en libertad.
Pero todo cambió en octubre, cuando Lozoya fue captado disfrutando con amigos en un lujoso restaurante asiático de la capital, lo cual indignó al país y al presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, que lo calificó de "inmoral".
El caso de Lozoya, que durante más de un año ha vivido en libertad con un brazalete geolocalizador, ya había dañado a la Fiscalía porque contrastaba con el de Rosario Robles, secretaria de Desarrollo de Peña Nieto, en prisión preventiva desde hace dos años por un caso de desvío de fondos.
Lozoya, que había sido capturado fuera del país, estaba en libertad, mientras que Robles, que no eludió la Justicia, está entre rejas a espera de juicio pese a haber ganado un amparo.