Panamá es un país de 4.2 millones de habitantes y cerca del 12 % de ellos son indígenas.
Ciudad de Panamá,- La Coordinadora Nacional de Pueblos Indígenas de Panamá denunció este sábado la "brutalidad policial" de la que fue víctima un grupo de indígenas de la comarca Ngäbe Buglé cuando eran desalojados de unos terrenos privados, un procedimiento que dejó heridos en ambos bandos y seis detenidos.
"Los siete pueblos originarios y los 12 Congresos y Consejos de la COONAPIP, toda su Junta Directiva y su presidente, Marcelo Guerra, responsabilizan directamente al presidente de la República Laurentino Cortizo por esta violación a los derechos humanos", dijo la Coordinadora en un comunicado.
Los hechos sucedieron el viernes, cuando un contingente de la Policía Nacional (PN) acudió al sector de Barro Blanco, en la provincia de Chiriquí, para desalojar al grupo de indígenas de unos terrenos que son privados, indicó el organismo de seguridad.
Según las autoridades, los terrenos pertenecen a un corregimiento, por lo que no son ni comarcales ni pertenecen a una hidroeléctrica cercana que es centro de controversia desde hace años con los indígenas, que denuncian la invasión de sus tierras ancestrales.
"Este grupo de panameños originarios mantienen una protesta pacífica y no cuentan con ningún tipo de armas de defensa, solo su disposición y voluntad de lucha protegiendo su territorio y sus recursos naturales", indicó la Coordinadora.
Medios locales difundieron imágenes de los indígenas, entre ellos niños, con heridas en el cuerpo: fuertes golpes circulares en muchos casos sangrantes.
"Con esta cruel y vil actuación de la policía, el presidente Cortizo, como jefe máximo de este organismo de seguridad, ha dejado claro a quién responde en este país: responde a los intereses económicos, a los empresarios y sectores poderosos", agregó la Coordinadora indígena.
La Policía, por su parte, informó en un comunicado de que acudieron al lugar por u "orden de desalojo y desacato por invasión de tierras emitida por las autoridades competentesna", y que sus agentes fueron agredidos con "petardos caseros, machetes y piedras".
"Antes estos hechos, seis personas fueron remitidas a la autoridad competente (...) cinco unidades policiales resultaron heridas", agregó.
La Defensoría del Pueblo dijo este sábado en un comunicado que inició una investigación "para determinar la vulneración de los derechos humanos tanto de los originarios como de los miembros de la Policía Nacional".
Panamá es un país de 4.2 millones de habitantes y cerca del 12 % de ellos son indígenas, una población afectada por elevados niveles de pobreza, que pueden llegar al 96 % en algunas de las cinco comarca que existen en la nación centroamericana.