El fallecimiento es un tema tabú que provoca miedo y angustia; en ese sentido, para la psicóloga María Asunción Álvarez del Río, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), los rituales en torno a la muerte cambiaron debido a los avances médicos, pues a diferencia de lo que ocurría en el pasado, -en la actualidad- los seres queridos perecen en camas de hospital y no en la familiaridad del hogar.
La pandemia de Covid-19 provocó millones de defunciones alrededor del mundo. Con respecto a esto, la académica reflexionó sobre la dificultad de hablar de la muerte en el contexto de la contingencia. "La medicina no siempre puede hacer todo como quisiéramos para salvar la vida de las personas, de ahí que la emergencia sanitaria nos permite valorar la necesidad de hablar con nuestros seres queridos y despedirnos a tiempo", dijo la integrante del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental, de la Facultad de Medicina (FM), de la máxima casa de estudios.
La experta refirió sobre los rituales en torno a la muerte que se hacían en épocas pasadas, como el acompañamiento a través de las palabras para hacer el proceso más llevadero, sin embargo, para ella, las tradiciones hoy en día han cambiado. Los avances de la medicina y la tecnología han logrado que la expectativa de vida sea mayor y por ello la muerte se ve más lejana.
De acuerdo con la psicóloga durante siglos fue normal que las personas estuvieran familiarizadas con la muerte, ya que ocurría a edades más tempranas. Los niños podían presenciar el fallecimiento, desde la toma de decisiones hasta la despedida del enfermo.
La maestra afirmó que en nuestra sociedad el miedo a hablar de la muerte es causado por la primera fase del duelo, la negación, ya que nos lleva hacia un estado de shock emocional y no permite que reconozcamos la pérdida, además la idea de que el ser querido dejó de existir nos produce angustia y dolor. "Es como si no quisiéramos ver, entonces no hablamos para evadir el tema. Queremos hacer como que no está, lo minimizamos; eso es lo que aprendimos y lo que enseñamos, a menos que cambiemos", comentó.
Las actualizaciones en materia de salud, en ciernes del siglo XX, provocaron que las muertes sucedieran en los hospitales y que las personas dejaran de fallecer en sus casas, esto también fue un factor para que el suceso dejara de ser familiar y dio lugar a no hablar del tema con naturalidad. "Ahora se confía casi ciegamente en que los médicos pueden hacer algo por el paciente, pero también que ellos se ocupen de la muerte, la pandemia nos ha recordado que no es así, que la Medicina no siempre puede hacer algo", reiteró la académica universitaria.
Existen momentos donde la muerte es inevitable, debido a esto, Álvarez del Río consideró que se puede lograr una defunción digna en un sitio familiar con la mayor comodidad. Para que eso sea posible, explicó: "necesitamos aprender a hablar de la muerte y de preferencia antes de estar en una situación de gravedad, así como pensar en qué circunstancias no querría vivir, en qué situación no tendría caso que se prolongue la vida, y que familiares y médicos lo sepan."
La psicóloga expresó que hablar del tema con las infancias y atender a sus preguntas es importante, pues es necesario que formen parte del dolor familiar y que vivan el duelo. "El niño va a aprender que esos aspectos forman parte de la vida y que se llevan mejor cuando no se sienten excluidos. Para todos, tener acompañamiento significa que, aunque el miedo y el dolor siguen, se reducen", finalizó Asunción Álvarez.