El equipo chino donde jugaron Lavezzi y Mascherano, cerca de la quiebra

Según Soccer China, el club está buscando la ayuda del Departamento de Deportes de la ciudad de Langfang, donde tiene su sede, para volver al trabajo lo antes posible.

Pekín,- El equipo chino Hebei FC, antiguamente conocido como Hebei China Fortune, suspendió sus operaciones por unas dificultades financieras que le dejan sin "forma de continuar con su funcionamiento normal" y que, según algunos medios del país, podría suponer la quiebra del club.

Así pues, el club tomó la decisión de "detener el trabajo y convocar vacaciones" a partir de este lunes, según un comunicado recogido por la prensa oficial china.

El Hebei FC consiguió notoriedad internacional en los años de bonanza del fútbol chino, durante los cuales se hizo con jugadores de renombre como Javier Mascherano (2018-2019) o Ezequiel Lavezzi (2016-2019), y también contó en su banquillo con el actual técnico del Betis español, el chileno Manuel Pellegrini (2016-2018).

Asimismo, en 2017 rompió los récords del país asiático al convertir al centrocampista Zhang Chengdong, ex del Rayo Vallecano español, en el jugador chino más caro de la historia tras pagar unos 20 millones de euros por su fichaje desde el Beijing Guoan.

Sin embargo, los tiempos de dispendio parecen haber quedado atrás definitivamente: hace dos semanas, un trabajador del Hebei FC citado por el medio Soccer China confirmó los problemas económicos del equipo e incluso llegó a asegurar que "el cuerpo técnico ha tenido que pagar viajes de su propio bolsillo".

Pese a sus problemas financieros, el Hebei consiguió clasificarse para la siguiente fase de la Superliga China tras lograr 6 victorias, 5 empates y 3 derrotas en la temporada regular.

Sin embargo, su participación en la siguiente ronda de la Superliga sigue siendo una incógnita, y su ausencia afectaría al calendario de la competición.

El Hebei FC se fundó en el año 2009 y llevaba el nombre de su dueño, la empresa China Fortune Land Development, hasta comienzos de este año, cuando la nueva regulación de la Asociación China de Fútbol prohibió a los equipos de la Superliga usar nombres de empresas.

El Jiangsu FC, que se había proclamado campeón chino sólo unos meses antes, también se vio obligado a suspender sus operaciones por problemas económicos a comienzos de este año, en parte debido a la adversa situación financiera de su matriz, el grupo Suning, propietario también del Inter de Milán italiano.

La crisis del fútbol chino se ha agravado con la pandemia del COVID-19, pero ya se venía gestando desde hace algunos años debido, en parte, a que las autoridades chinas tomaron cartas en el asunto para restringir el gastos desenfrenado que durante algunas temporadas se extendió por los principales equipos del país. 

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