Aunque San Judas Tadeo es considerado el "santo de los casos difíciles y desesperados", es erróneo pensar que es él quien obra los milagros. (Desde la Fe.)
Por llevar el mismo nombre que el traidor Judas Iscariote, el apóstol San Judas Tadeo fue un santo que por mucho tiempo estuvo en el olvido.
“Comencemos entonces por decir que no es quien vendió a Jesús por treinta monedas. Esto hay que dejarlo bien claro porque muchos de sus devotos aún viven en el error de creerlo el apóstol traidor”, explica el padre Sergio Román, especialista en religiosidad popular.
Judas Tadeo es uno de los doce apóstoles elegidos por Jesús, quien fue conocido como “el hermano del Señor”, por ser hijo de María de Cleofás, pariente de la Virgen María.
De acuerdo con la tradición, este santo escribió una carta dirigida a los judeocristianos para prevenirlos del libertinaje. Además de esto, pocas cosas se relatan acerca de él, como que, en compañía del apóstol san Simón, partió a Persia, donde predicaron juntos el Evangelio y fundaron la comunidad cristiana de Babilonia. Ambos murieron mártires en la ciudad de Suanir, linchados por la multitud pagana.
El padre Sergio Román explica que algunos feligreses, al verlo como el santo al que nadie le pedía, comenzaron a hacerle sus peticiones, calculando que tenía pocos asuntos que atender.
Además, en Estados Unidos la devoción a este santo se extendió tras la depresión de 1929. Se volvió el santo predilecto de los migrantes, que lo llamaron el ‘santo de las causas difíciles’.
En México, en la década de 1980 la devoción a San Judas comenzó a atraer a más y más jóvenes, que prontamente se acogían a su protección. Actualmente, el día 28 de mes —pero principalmente el 28 de octubre– miles de católicos se reúnen en la iglesia para rendirle devoción. Con información de Desde la Fe.