Después de seis meses desde que ocurrió el incidente comenzarán las labores de retiro y colocación de una nueva estructura.
CIUDAD DE MÉXICO,- A seis meses de que colapsara la techumbre metálica que resguardaba los vestigios de la Casa de Águilas de la Zona Arqueológica Templo Mayor, la noche de este lunes comenzarán los trabajos para su retiro y sustitución, labores que tendrán un costo de 14 millones de pesos, informaron autoridades de la Secretaría de Cultura y del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
"Ya se concluyeron los trabajos de protección de todos los vestigios arqueológicos y esta noche se inicia el proceso para retirar la techumbre que colapsó. Este es un proceso muy delicado, se analizaron varias propuestas, se consideraron propuestas de arquitectura, ingeniería, de distintas instituciones y al final se aceptó una propuesta de la empresa TGC Geotecnia S.A. de C.V, la cual resulta ser la más adecuada en su diseño, materiales, costo, tiempo de instalación, viabilidad técnica y en el costo de mantenimiento", dijo la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto.
La noche del 28 de abril de este año se registró una fuerte lluvia en la Ciudad de México que provocó el colapso de una de las cuatro techumbres metálicas de Templo Mayor, y que estaba ubicada en la calle Justo Sierra, casi esquina con República de Argentina, en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
Ahora, seis meses después, comenzarán las labores de retiro y colocación de una nueva estructura y para el pago de esos trabajos, indicó Frausto, se llegó a un acuerdo con la aseguradora Agroasemex: "El monto conciliado es de 14 millones de pesos. Hubo otras propuestas que participaron y se tomó la idónea. El proceso para culminar estos trabajos será en junio del próximo año".
Patricia Ledesma, directora del Museo del Templo Mayor, explicó que los 14 mdp incluyen los gastos para la protección de los vestigios, pues se contrató a un par de especialistas que dan mantenimiento porque "sí entró la humedad"; así como para el retiro de la cubierta colapsada y instalación de la nueva, que se prevé sea instalada hasta el siguiente año.
La arqueóloga detalló que se hicieron varios estudios para seleccionar el procedimiento correcto para el retiro de la techumbre; así como un estudio para una nueva alternativa de protección: "Al final se decidió que fuera TGC Geotecnia, quien también es la encargada de retirar la antigua cubierta. La elección de TGC no fue una licitación, porque como fue un siniestro, entró el seguro del Instituto y por lo mismo la legislación nos permite elegir a quien más convenga".
El techo colapsado medía 240 metros cuadrados y pesaba alrededor de 60 toneladas. Esas características, dijo Ledesma, impiden que se puede quitar en un solo movimiento, por ello, toda esa cubierta se seccionó en doce partes, "como si fuera un pastel", para quitarla por partes: "Cada sección se tardará alrededor de tres o cuatro semanas en retirarla y desmontarla. Durante una noche llegará una grúa, levanta (el pedazo) y lo coloca en una zona aledaña. Personal de TGC lo desmantelará y se lo llevará".
Con respecto a la nueva protección de la Casa de las Águilas, la directora del museo indicó que va a ser muy parecida a la anterior, aunque "no es un techo completo", sino que se mandó a hacer a la medida por pedazos, que se van a unir y luego a colocar en el sitio. En lo que se realizan todas esas labores, se colocará una protección provisional, pues todo el edificio prehispánico está cubierto de estuco original, que es muy frágil porque no estaba diseñado para estar a la intemperie.
Las autoridades culturales descartaron daños mayores en la Zona Arqueológica Templo Mayor; sin embargo, Patricia Ledesma indicó que el muro norte de la Casa de las Águilas sí va a necesitar una intervención mayor: "Una de las trabes de metal cayó sobre el muro norte. Tenemos que esperar a que se levante esa parte para poder hacerle la consolidación. No es un muro de concreto como los que conocemos, está lleno de tierra por dentro, eso hizo que amortiguara el golpe, pero no es un daño mayor".
Además de la techumbre colapsada, en el sitio arqueológico hay otras tres que también serán intervenidas, aunque no se conocen más detalles de esas labores, pues dijo Patricia Ledesma, aún no se tiene el proyecto ejecutivo.
La reja perimetral metálica que resguardaba Templo Mayor también resultó afectada tras el colapso de la techumbre y ya comenzó a ser sustituida. Esos trabajos están a cargo del gobierno de la Ciudad de México.
Desde el incidente en abril pasado, la zona arqueológica permanece cerrada y así seguirá hasta que concluyan las labores, dijo Ledesma. Al respecto, Diego Prieto, director del INAH, comentó que se analizará la posibilidad de que "en algún momento se pudiera habilitar algún tipo de visita a ciertas áreas, sin poner en riesgo ni a la gente ni a los trabajos. Pedimos comprensión a la ciudadanía".