Alemania anunció este domingo un refuerzo de sus controles fronterizos ante la llegada de un número creciente de migrantes desde Bielorrusia y Polonia y consideró "legítimas" las medidas de este tipo adoptadas por el gobierno polaco.
Este anuncio se produjo después de que la policía alemana interviniera en la frontera con Polonia durante la pasada madrugada para dispersar a una milicia de ultraderecha que quería patrullar esa zona para expulsar a los migrantes que intentaran entrar a Alemania.
La policía dispersó a unos 50 simpatizantes ultras que se desplazaron hasta Brandeburgo, en el este de Alemania, ante la llamada del grupúsculo neonazi "Tercera Vía", considerado violento y peligroso por los servicios de inteligencia.
Durante esta operación policial, requisaron un machete, una bayoneta, palos, bombas de aerosoles y gas pimienta.