El tráfico de influencias porque él siempre decía que trabaja con el canciller, la oficina de cancillería lo ha negado.
CIUDAD DE MÉXICO,- Tras una larga lucha legal por la custodia de su hijo, Ninel Conde señaló tráfico de influencias por parte de las autoridades mexicanas en el proceso que ha enfrentado con su expareja Giovanni Medina.
Desde que se separó de Medina en el año 2017 una querella comenzó primero por la manutención y después por la custodia del pequeño Emmanuel, quien está con su padre desde principios del 2020 luego de que ella lo dejara con él mientras viajaba a Estados Unidos para un compromiso de trabajo.
"Es muy triste lo que pasa en mi país, que una mamá no pueda ver a su hijo en un año seis meses", reclamó Ninel ante varios medios en un evento público.
En julio Conde comenzó un proceso legal por daño moral luego de haber sido acusada por Medina, entre otras cosas, de consumir drogas, abandonar a su hijo y poner al pequeño en situaciones de riesgo, primero por ser portadora de Covid-19 y después porque la actual pareja del "Bombón asesino", Larry Ramos, fue detenido por supuestos fraudes multimillonarios.
Ahora la también cantante declaró que ha interpuesto una demanda contra el juez que lleva su caso porque considera que ha actuado a favor de su expareja.
"Metimos una recusación en contra del juez porque ha sido totalmente parcial a favor del papá del niño, todas las cosas que hemos solicitado nos las ha negado y las cosas que él argumenta se las toma a buenas", contó Conde.
"Es tan evidente la parcialidad, el tráfico de influencias porque él siempre decía que trabaja con el canciller, la oficina de cancillería lo ha negado, pero hay una corrupción terrible", agregó.
Por lo pronto compartió que ya solicitó al juez que la dejen ver a Emmanuel el día de su cumpleaños número siete, el próximo 21 de octubre, de la misma forma que pidió a las autoridades de Estados Unidos que la dejen salir del país donde se encuentra en caso de ser requerida para el proceso legal de Larry Ramos. Sin embargo ella afirma que su ausencia en México es decisión propia, por desilusión.
"A veces uno se cansa de tanta injusticia y no voy a México no porque no pueda, sino porque no quiero, porque si me quitaron a mi hijo de esta manera, quién dice que no me quiten otras cosas... Ya me di cuenta del tráfico de influencias tan tremendo, pero Dios es justo y en su momento crecerá y se dará cuenta de que su madre siempre ha estado al pendiente".