El primer ministro dijo que la escalada en Marib "amenaza las posibilidades de paz" en el Yemen.
El Cairo,- El primer ministro yemení, Maeen Abdelmalik Saeed, afirmó hoy que el nuevo Gobierno de Irán está detrás del aumento de la violencia por parte de los rebeldes hutíes chiíes, en medio de la escalada de violencia en la estratégica ciudad de Marib, que los insurgentes apoyados por Teherán tratan de conquistar desde febrero.
"Hay un Gobierno radical en Irán que ha empujado a los hutíes hacia la violencia", dijo Abdelmalik Saeed en un encuentro con medios de comunicación internacionales en la capital egipcia, en su primera visita desde la formación de un nuevo Ejecutivo a finales de 2020.
Preguntado por Efe, el jefe del Gobierno yemení reconocido internacionalmente se mostró confiado respecto a la suerte de Marib y, aunque admitió que las fuerzas gubernamentales están retrocediendo en áreas vecinas a la capital, aseguró que "es difícil que los hutíes tomen el control de la ciudad por completo".
Si los insurgentes conquistaran más áreas de Marib, eso llevaría a un "nuevo círculo de violencia", pero no sería un "punto de inflexión" en el conflicto del Yemen, que estalló a finales de 2014 cuando los hutíes conquistaron amplias áreas del norte y el oeste del país, incluida la capital, Saná, de la que expulsaron al Ejecutivo.
Abdelmalik Saeed advirtió de que "el precio humanitario y económico sería muy alto", debido a que en Marib, entre otras cosas, hay "limitadas pero vitales" reservas de petróleo y gas, así como más de un millón de personas que han huido de las áreas que han tomado los rebeldes en los pasados meses, y que en algunas ocasiones se han visto desplazadas más de una vez.
El primer ministro dijo que la escalada en Marib "amenaza las posibilidades de paz" en el Yemen, aunque preguntado por Efe sobre una posible vuelta a la mesa de diálogo con los hutíes, declaró: "No hay negociaciones ahora mismo a las que volver, la puerta para negociar está abierta si hay un alto el fuego".
Respecto al reciente acercamiento entre Irán, principal apoyo de los hutíes, y Arabia Saudí, que desde 2015 interviene militarmente en el Yemen a favor del Ejecutivo, el mandatario apuntó que su país está presente en estas conversaciones, pero que no desea ser una ficha a la hora de negociar.
Agregó que "desgraciadamente ,el Yemen se deslizó" en el conflicto entre esos dos países rivales en el golfo Pérsico, que se acusan mutuamente de alimentar la guerra y cuyo papel será fundamental también a la hora de alcanzar una solución diplomática.