La FIFA estima que 13.36 millones de niñas y mujeres juegan al fútbol de forma organizada en sus federaciones. Los casos de abuso poco a poco salen a la luz
Mujeres futbolistas de la localidad, son parte de la lucha contra el acoso sexual. Aunque en la cancha demuestran gran fuerza y valor, son también vulnerables y eso lo aprovechan sus entrenadores para intimidarlas.
Ayer El Tiempo de Monclova dio a conocer en su sección deportiva, sobre la protesta de jugadoras de las selecciones de Australia y Venezuela quienes mostraron su solidaridad con dos compañeras que fueron acosadas por un entrenador.
Se indagó al respecto con jovencitas que practican este deporte en la ciudad. Algunas de ellas desde los 12 años empezaron a jugar y han vivido de cerca el acoso de sus instructores.
Indefensas
Lizbeth jugó por cuatro años en un equipo conformado por adolescentes de entre 12 y 15 años de edad, señaló que lo más común es que les agarran la pierna, las abrazan simulando que es parte de la práctica. En casos más serios les han hecho propuestas de salir en plan de “amigos”, pero con la intención de ir más allá.
“Al principio cuando empecé a jugar vi que el entrenador era muy amable, cuando teníamos algún accidente se preocupaba mucho porque estuviéramos bien, hasta nos daba detalles, nos hacía fiestas la verdad yo no lo veía mal.
En una ocasión una de mis compañeras me contó que no le parecía que cuando entrenábamos Lalo le agarraba la pierna, pero muy arriba, como si quisiera tocar sus partes íntimas y hasta le dije estás loca, él no es así, él nos quiere mucho”.
Propuesta. Lizbeth dijo que después otras dos jugadoras del equipo le contaron lo mismo, a una de ellas hasta le propuso que fueran “amigos con derechos”, “yo todavía no lo creía, hasta que un día terminando de entrenar y cuando ya casi todas se habían ido, me abrazo y me empezó a decir que yo era la que mejor jugaba y que por eso me iba invitar a comer pero que no le comentará a ninguna de mis compañeras.
En este entonces yo tenía 14 años, poco a poco el equipo se desintegró porque nuestros papás se enteraron de todo”.
Jatziry de 18 años también compartió la mala experiencia que tuvo con su entrenador de fútbol. Al igual que otras de las integrantes del equipo en que jugaba.
Mala intención. "Desde que yo empece a jugar fútbol a los 10 años, tuve buenos entrenadores al principio cuando jugaba en el equipo de Santos Peñoles de Asturias todo bien nunca tuvimos ningún problema, pero si me acuerdo aunque estaba chica que decían que había entrenadores de otros equipos que las molestaban o las abrazaban con morbo".
"Luego yo me fui al equipo de Lobas; ahí si me tocó vivir lo del acoso, a mí casi no se me acercaba el entrenador, pero con otras personas si se llevaba mucho, había actitudes que a veces no estaban bien con las jugadoras, algunas las abrazaba o las miraba mucho", comentó Jatziry.
Calladas. Otro caso es el de Iveth de 23 años quien fue victima de acoso sexual por parte de quien era su entrenador y maestro. Ella por temor ocultó el nombre de su instructor a quien veía a diario en la secundaria.
"Tuve una muy mala experiencia la verdad, con la pura mirada el entrenador nos desnudaba. A muchas compañeras nos acoso pero nunca nadie lo quisimos denunciar porque según era una persona influyente. Una vez me agarró una pompi, pero también se volaba porque algunas si le seguían la corriente".
La otra cara. Sobre el tema entrenadores de diferentes disciplinas reconocieron que si hay instructores que llegan mas allá del entrenamiento en las canchas, pero también muchas veces son las niñas que se acercan con la intención de llegar a algo más con ellos.
"Hay niñas muy astutas que saben como llegar a uno, me ha pasado yo tengo un equipo de jovencitas de 14 años y 15 años, pero uno tiene que pensar en su familia y rechazarla con cautela”, comentó Mauricio quien es preparador físico desde hace 8 años.
Los padres de familia. "Debe haber sanciones para los entrenadores que acosan a las niñas, uno tiene la confianza de llevarlas para que hagan cosas de provecho como el deporte que les ayuda támbien en la salud y te topas con cosas así", expresó Teresa de Jésus, madre de Iveth.
El psicólogo Roberto Valdez mencionó que la niña o jovencita al sentirse acosada debe comentarlo con una persona de confianza y que mejor que sean sus padres, ellos sabrán como actuar e interponer la denuncia correspondiente.
Atención. "Ahora bien cuando el acoso sea de la alumna hacia el profesor, que hay también casos, éste debe primero frenar a la niña y enseguida darlo a conocer a los padres de la menor para evitarse problemas".
El especialista, destacó que En Monclova hay instancias especializadas en asesorar a las jovencitas cuando sientan que son acosadas por un adulto, en cualquiera de sus formas.
"La ayuda que se les puede brindar es legal y psicológica, porque son situaciones que a futuro les puede provocar sentimiento de culpa, ansiedad, vergüenza, son varios factores, Por eso es importante la atención oportuna".
Clamor. El reclamo de cada una de esas mujeres que lo entregan todo en la cancha, es necesario en esta sociedad que sufre para erradicar el machismo patriarcal.