La crisis con España, se produjo en un momento en el que Marruecos estaba presionando para que los países europeos abandonaran la postura de la ONU respecto al conflicto del Sahara.
Rabat,- El rey Mohamed VI ha mantenido en su cargo en el nuevo gobierno marroquí a su ministro de Exteriores, Naser Burita, que fue el encargado de gestionar la última crisis diplomática con España y protagonista del acercamiento del país magrebí a Israel.
Muy pegado a su trabajo, controlador, cercano a la vez que tímido, según lo califica su entorno, Burita es la cara visible de Marruecos fuera del país y la persona que desde que llegó al cargo en 2017 ha tensado la política exterior marroquí.
Con él se produjo el pasado abril uno de los enfrentamientos más graves en los últimos años entre Madrid y Rabat, causado por la hospitalización en España del líder del Frente Polisario, Brahim Gali.
En respuesta, Marruecos permitió la entrada de unas 10,000 personas emigrantes en la ciudad española de Ceuta, todo ello con el trasfondo del conflicto del Sahara Occidental, cuyo territorio es administrado por Marruecos y disputado por el Polisario.
La crisis con España, que atraviesa momentos más suaves en espera de una próxima reunión entre Burita y su homólogo español, se produjo en un momento en el que Marruecos estaba presionando para que los países europeos abandonaran la postura de la ONU respecto al conflicto del Sahara y apoyaran sus tesis sobre la marroquinidad del territorio.
"Europa debe salir de la zona de confort, el confort de decir 'hay un proceso (de negociación) y lo apoyamos', aunque ese proceso pueda durar décadas", afirmó Burita el 15 de enero en una conferencia en Rabat.
Lo dijo menos de un mes después de apuntarse un tanto importante: el 22 de diciembre, Marruecos, Israel y EUfirmaron una declaración tripartita que vinculó el restablecimiento de relaciones entre Tel Aviv y Rabat con el reconocimiento estadounidense de la soberanía marroquí sobre el Sahara, que aún no ha sido refrendado por la nueva administración de Joe Biden.
Este acuerdo, formalizado siguiendo las pautas del rey marroquí, no ha sido lo único que ha conseguido el ministro en relación al Sahara, el principal asunto de Estado de Marruecos.
El titular de Exteriores ha convencido en los últimos años a 25 países aliados, sobre todo africanos, latinos y algunos del Golfo, para abrir consulados en El Aaiún, capital del Sahara, y en Dajla, en el extremo sur del territorio.
El último fue el de Sierra Leona en Dajla, abierto hace un mes y donde Burita destacó que ese paso daba "fe del continuo apoyo a nivel internacional, especialmente a nivel africano, al carácter marroquí del Sahara".
Personas de su entorno consultadas por Efe lo califican como un hombre "muy pegado a su trabajo" que controla todo lo que pasa en Exteriores y le cuesta delegar. Él mismo se encarga de preparar las reuniones en las que participa. "No es de esos diplomáticos que lee sus discursos el día de la reunión", dicen.
Su humor, aseguran, es cambiante, se caracteriza por su puntualidad, es una persona cercana a la vez que tímida, así como muy firme y duro cuando se trata del buen funcionamiento de las cosas en el Ministerio. "Es el primero que entra en el Ministerio y el último que se va".
Diplomático de carrera y sin afiliación política, Burita, que habla árabe, francés e inglés, es uno de los ministros que decide directamente el monarca, al ser la suya una cartera de las llamadas de soberanía -Exteriores, Interior, Defensa y Asuntos Religiosos-.
Nacido en 1969 en la ciudad norteña de Taunat, casado y padre de dos hijos, en 1991 se licenció en Derecho por la Universidad de Rabat, donde luego obtuvo diplomas de estudios superiores en Relaciones Internacionales en 1993 y 1995.
Después de trabajar en las embajadas de Marruecos en Viena y en Bruselas, Burita ascendió a diferentes cargos en la sede del Ministerio en Rabat.
En 2011 fue designado secretario general del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación y el 5 de abril de 2017, con el anterior gobierno dirigido por los islamistas del PJD, ascendió a ministro de Exteriores.