El árbitro César Ramos falló totalmente en el Clásico Nacional. Y Arturo Brizio no lo pudo defender.
En las revisiones semanales que hace el presidente de la Comisión de Arbitraje, sobre el trabajo de los silbantes, calificó de erróneas las dos acciones en las que Ramos Palazuelos solo mostró tarjeta amarilla.
En la primera, el pisotón de Cristian Calderón a Jorge Sánchez, Brizio indicó:
"El VAR debió sugerir revisión en cancha y el árbitro rectificar si decisión, expulsando al jugador por juego brusco grave, por cometer una falta con uso de fuerza excesiva, poniendo en riesgo la integridad física de su oponente".
En el conato de bronca que hubo al finalizar la primera parte, el dirigente señaló:
"El árbitro amonesta al jugador 21 de América [Henry Martín] y número 16 de Guadalajara [Miguel Ponce] por provocarse. El VAR debió sugerir la revisión en cancha y el árbitro rectificar su decisión, expulsando al jugador del Guadalajara por conducta violenta: tomar por el rostro a su adversario, picándole los ojos, poniendo en peligro si integridad física".
"En ambos casos, fue una decisión arbitral, incorrecta. César Ramos no fue programado para esta jornada de media semana", remató el analista