30 años ayudando a las familias con alimentos calientes y hospedaje. A unos metros de la Clínica 7 del IMSS
Por más de 30 años la Casa del Peregrino se distingue por ofrecer alimentos, hospedaje y servicios espirituales a familias que pasan por algún trance de salud o van de paso como los migrantes. Se encuentra a unos metros de la clínica 7 del IMSS.
Rosantina Ibarra Valdés, presidenta del Patronato de la Casa del Peregrino, dijo que el sostenimiento de este hogar depende de las parroquias de Monclova.
“Desde que inició la pandemia nos vimos en la necesidad de restringir el servicio de hospedaje y solo ofrecimos alimentos por las rejas de la puerta principal. Nunca dejamos de hacerlo”.
100 platillos
Antes de la pandemia recibían diariamente hasta 100 personas que llegaban de diferentes regiones de Coahuila. De Piedras Negras, Acuña y de las comunidades rurales. “Cuando solicitan un platillo nos preguntan el precio. Les decimos que es solo una cooperación voluntaria. Si no traen lo regalamos. Sostuvo.
La Casa del Peregrino cuenta con 30 camas, una capilla para rezos, comedor, cocina, área de refrigeración, amplio patio y oficinas.
Reabrieron sus puertas
Apenas en el mes de junio reabrieron las puertas del comedor, no así el área de hospedaje por medidas del COVID. “Llegan de todos lados, tristemente no estamos dando el servicio como lo hacíamos antes de la pandemia. Pero llegan personas que tienen algún familiar internado se sientan y se relajan un rato”.
La presidenta del Patronato reconoció que se necesita de mucha ayuda para sostener la actividad diaria. “Nosotros vendemos platillos de comida para ayudarnos en los gastos que son básicos como agua, luz y sueldos para las cocineras y secretaria. Es la única manera de subsistir”. Indicó.
Almuerzo y cena
De acuerdo al reglamento actualmente solo se sirve la comida entre las 11:30 de la mañana y 4 de la tarde. El almuerzo y la cena antes del COVID dependía de las parroquias.