Despenalizando el aborto
El día de ayer el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) declaró inconstitucional la penalización del aborto en el código penal del estado de Coahuila, lo que significa que ya no es ilegal abortar en esta entidad, por la causa que sea, siempre y cuando se tenga una gestación no mayor a doce semanas. Esto generó un mar de reacciones a lo largo y ancho del país, ya que en la mayoría del territorio nacional el aborto inducido (o voluntario) sigue siendo castigado como delito con prisión de hasta 3 años. Así, el fallo abre una puerta muy grande a las demás entidades federativas, las cuales seguramente buscarán igualar la situación judicial de nuestro estado; o todos coludos o todos rabones, dicen.
Sin duda todo lo anterior forma parte de una decisión histórica para Coahuila, pero ¿qué sabemos realmente del aborto? Uno de los temas tabúes que desde tiempos inmemorables existe en nuestra sociedad es este y siempre se le trata de evitar en cualquier plática, sobre todo si existen niños presentes. Sin embargo la realidad es que es una práctica muy común en esta parte del país, donde según el INEGI 19 de cada 100 recién nacidos en Coahuila en 2019 tienen una madre de entre 15 y 20 años, lo cual es casi el 20% del total, pero no sólo es eso: en este mismo rango de edades es donde más incide la práctica del aborto ‘clandestino’ y lo preocupante es que son datos que no pueden medirse porque, para empezar, ni los padres se enteran de que sucedió y quien lo realiza (generalmente) no anda divulgando el hecho, al contrario, trata de enterrarlo en el terreno más alejado de su memoria.
Es claro que existen situaciones en las que el aborto es por demás necesario como el producto de una violación o incluso hasta de inseminaciones no consensuadas y esta reforma viene a dar voz y voto a todas aquellas mujeres que no desean cargar toda su vida con una responsabilidad que legítimamente no les corresponde. También es cierto que la práctica de abortos clandestinos pone en riesgo la salud de la paciente y este cambio ayudará a que las condiciones de salubridad sean las adecuadas para quien determine que seguir con su emabrazo no es una opción, aunque para ello tal vez tenga qué pagar un hospital particular.
Pero lejos de mostrar una postura a favor o en contra de la decisión del pleno, me parece que existen otros factores a los cuales tenemos qué voltear a ver y tomarles también la importancia necesaria, como son las campañas de concientización y prevención de embarazos no deseados: existen personas que viven para estar pariendo y aún cuando en el seguro social se les invita a colocarles algún tipo de dispositivo anticonceptivo, se niegan rotundamente; el resultado es claro… 10 o 12 meses después vuelven a la plancha y el patrón se repite por generaciones. El fomento a la educación es sin duda uno de los primeros eslabones por atacar para evitar seguir en este un círculo vicioso que lamentablemente es más propicio en los sectores pobres de la población coahuilense.
Existe en la actualidad una cantidad impresionante de métodos para evitar el embarazo ejerciendo una sexualidad responsable a la edad que sea, pero ahora también se podrá decir: ‘ay, se me chispoteó’. ¿No cree?
AMLO y la carabina
Por su parte el presidente de la república Andrés Manuel López Obrador en su mañanera de ayer evitó proclamarse con respecto al tema diciendo que dada su investidura presidencial debe evitar “exponerse a un desgaste” porque es un “asunto bastante polémico” y tiene qué cuidarse de malas interpretaciones. ¡Adió! ¿y como por qué le daría ahora por preocuparse de que lo malentiendan? Qué curioso.
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