El presidente estadounidense ha aprobado ya una declaración de emergencia para los dos estados, lo que abre la puerta a ayudas del Gobierno federal
Nueva York.- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, visitará el próximo martes los estados de Nueva York y Nueva Jersey para ver sobre el terreno los daños causados por los coletazos del huracán Ida, según informó este sábado la Casa Blanca.
Biden viajará a la localidad de Manville, en Nueva Jersey, y al distrito de Queens, en la ciudad de Nueva York, dos de las zonas más afectadas por las fuertes lluvias del pasado miércoles, que han dejado casi medio centenar de muertos en el noreste del país. Lo hará después de haber visitado este viernes Luisiana, donde recorrió las zonas más devastadas por el huracán y donde prometió ayuda para los damnificados y defendió inversiones en infraestructura para enfrentar los nuevos retos climáticos.
Tras golpear el sur del país, Ida, ya rebajado de categoría, dejó lluvias récord y fuertes vientos en el resto de la costa este de Estados Unidos, causando enormes daños sobre todo en el área próxima a la Gran Manzana.
Nueva Jersey fue el estado peor parado, con 25 fallecidos confirmados, mientras que en Nueva York hubo al menos 16 víctimas mortales, buena parte de ellas personas ahogadas en apartamentos ilegales situados en sótanos, principalmente en Queens.
En Manville, la localidad de Nueva Jersey que visitará Biden, se registraron grandes inundaciones y posteriormente graves incendios en varios edificios, presuntamente por fugas de gas provocadas por las aguas.
principios de agosto, cientos de supervivientes y familiares de las víctimas de los atentados pidieron a Biden que no asistiera a los actos de conmemoración de los ataques, a menos que su Gobierno publicara nuevos archivos sobre lo ocurrido, especialmente sobre si Arabia Saudí jugó algún papel en los ataques.
La comisión del Congreso estadounidense que investigó los ataques concluyó que no había pruebas de que el Gobierno de Arabia Saudí o altos funcionarios de ese país hubieran proporcionado fondos a los terroristas implicados en los ataques, entre los que 15 eran de origen saudí.