Estos cabellitos que se salen de orden y que parece que no se bajan con nada es a lo que llamamos frizz.
El frizz es el encrespamiento, el esponjamiento y la manifestación de electricidad y estática en el cabello. La falta de hidratación, de ácidos grasos esenciales y de proteínas, suelen ser los principales causantes.
Cuando el cabello es sometido a algún tipo de fricción, se genera electricidad negativa o estática la que queda concentrada en la fibra capilar.
Estas cargas hacen que las fibras capilares se rechacen entre sí, dando como resultado el frizz: el cabello luce desordenado y rebelde.
¿CÓMO EVITAR Y CONTROLAR EL FRIZZ?
Procura lavar tu cabello con agua tibia o fría, como sabrás el agua caliente reseca el cabello y promueve el frizz.
Cuando te laves el cabello, asegúrate de usar un acondicionador profundo que te ayude a hidratarlo.
Cuando salgas de la ducha, evita secar tu cabello frotándolo con la toalla, esta manera electriza y rompe las fibras capilares, provocando un fácil y rápido encrespamiento. Puedes enrollar tu cabello con la toalla y esperar a que seque o presionar con la toalla ligeramente mientras lo vas secando.
Cepillarte el cabello rápidamente y de forma brusca se convertirá en uno de los causantes principales del frizz. Estos movimientos activan la electricidad estática y provocan un encrespamiento inmediato. Por ello, procura peinar tu cabello con cuidado, de este modo, también te aseguras de no quebrarlo.
Después de usar la plancha o el secador, usa un tratamiento que te ayude a disminuir el frizz. Puedes aplicar 3 o 4 gotitas de gotitas de seda.
Con estos puntos evitarás que tu cabello se vea con frizz y rebelde.