Afirman las protestas son a causa de la mala gestión ante el COVID-19 de parte del gobierno
La Policía tailandesa y los manifestantes antigubernamentales volvieron a enfrentarse este domingo en las calles de Bangkok, donde los agentes lanzaron gases lacrimógenos y usaron caños de agua contra las protestas.
Los manifestaciones comenzaron la protesta con una marcha en vehículos para denunciar lo que consideran la mala gestión del Gobierno ante el COVID-19 y exigir la dimisión del primer ministro, Prayut Chan-ocha.
La policía usó agua coloreada de morado para poder identificar de manera más fácil y detener a los manifestantes, que según las autoridades violan las restricciones a las reuniones públicas por la pandemia.
Algunos asistentes a la marcha y la policía se enfrentaron en la intersección de Ding Daeng, donde la violencia entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad se ha repetido durante varios días en este mes.
El pasado 16 de agosto, un joven de 20 años quedó en coma debido a un disparo en la cabeza que los manifestantes atribuyen a la Policía, mientras que las autoridades niegan haber usado munición real.
En las últimas semanas, las protestas que exigen la dimisión del primer ministro se han tornado más violentas y en ocasiones los manifestantes han prendido fuego a vehículos o pequeños puestos policiales.
Las manifestaciones han cobrado nuevo impulso con las criticas a la gestión del Gobierno contra el actual rebrote de el COVID-19, la peor ola que registra el país desde el inicio de la pandemia en el país, que acumula más de 1,16 millones de contagios y 10.800 muertos.