Kanye abrió en el propio estadio un punto de vacunación con 1.500 dosis para aquellos asistentes que querían vacunarse.
Ayer fue un día histórico para Kanye West —o quizá deberíamos llamarlo Ye. El rapero estadounidense realizó la tercera listening party de "Donda", su próximo álbum. Para aquellos que no están familiarizados con el término, una listening party es un evento consiste en una escucha colectiva de los temas aún inéditos del artista. De hecho, Kanye es conocido por estas multitudinarias fiestas.
Más de 38.000 personas pudieron disfrutar de la performance, en la que no se pidió ni el certificado de vacunación ni un test negativo. Eso sí, Kanye abrió en el propio estadio un punto de vacunación con 1.500 dosis para aquellos asistentes que querían vacunarse. Un gesto aplaudido y criticado a partes iguales en redes sociales.
Aunque todo el evento fue espectacular, hay algo que llamó especialmente la atención de todos los presentes: el protagonismo de Kim Kardashian. A pesar de que la pareja sigue en un complejo proceso de divorcio, Kim no ha querido perderse ninguna listening party hasta la fecha. Sin embargo, su papel protagonista durante el cierre de "Donda" anoche no ha dejado a nadie indiferente.
En la canción final Kanye salió en llamas de su propia casa. De repente, todas las luces se apagaron y, acto seguido, se encendió una luz blanca apuntando a Kim Kardashian vestida de novia. Con un velo blanco y un vestido de cola, la pareja se fue acercando lentamente hasta encontrarse. Una vez cerca, Kanye le susurró algo a Kim —aún no hemos podido averiguar el mensaje. Y las luces se apagaron de nuevo finalizando el show.