La política ha sido reemplazada en gran medida durante la pandemia por las órdenes de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
La Corte Suprema de Estados Unidos rechazó al presidente Joe Biden por un tema polémico de inmigración, despejando el camino para la reanudación de una política de la era Trump que requería que los solicitantes de asilo en la frontera sur esperaran en México para que sus casos fueran procesados.
Más de tres disidentes de jueces liberales, el alto tribunal dejó en vigor un fallo de un tribunal inferior que requiere que el gobierno de Biden reinicie la política, que ha obligado a casi 70 mil solicitantes de asilo a permanecer en México mientras se procesan sus solicitudes. El Departamento de Seguridad Nacional de Biden anuló la llamada política de “permanecer en México” el 1 de junio.
Los jueces Stephen Breyer, Sonia Sotomayor y Elena Kagan fueron los disidentes.
La política, conocida formalmente como los Protocolos para migrantes, ha sido reemplazada en gran medida durante la pandemia por las órdenes de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades que cierran la frontera a la mayoría de los solicitantes de asilo. No obstante, la administración dijo a los jueces que la orden del tribunal inferior amenazaba con interrumpir las operaciones en la frontera y crear una crisis diplomática con México.
Texas y Missouri presentaron una demanda para impugnar la rescisión, y el juez de distrito de los Estados Unidos, Matthew Kacsmaryk, dictaminó que la explicación del gobierno para el cambio era inadecuada según la ley federal que rige las agencias administrativas. Kacsmaryk, designado por Trump, le dio al gobierno siete días para comenzar a restablecer la política.
Texas y Missouri, respaldados por otros estados liderados por republicanos, dijeron que la política de permanecer en México evita que los migrantes presenten solicitudes de asilo que no planean presentar y luego desaparezcan dentro de Estados Unidos.
Los abogados de la administración de Biden sostuvieron que muchos solicitantes de asilo han abandonado sus reclamos legítimos porque las deplorables condiciones de salud y seguridad hacen que esperar en México sea demasiado arriesgado.