Hasta 13% de la población sufre de este padecimiento.
La infección de las uñas por hongos, conocida como onicomicosis, es la enfermedad que más afecta a las uñas tanto de las manos como de los pies: se estima que ocurre en 6.5 a 13% de la población.
Además, algunos grupos de población tienen más probabilidades de verse afectadas, por ejemplo, hombres, ancianos, diabéticos, VIH-positivos, con enfermedad vascular periférica y fumadores con un alto consumo diario de cigarrillos. En raras ocasiones este trastorno puede afectar a los niños y las manos.
Síntomas
La onicomicosis es una infección fúngica que afecta a las uñas: incluye la placa de la uña, el lecho ungueal y el tejido periungueal. Clínicamente, la uña puede volverse gruesa, decolorarse y despegarse del lecho ungueal. Son uñas descoloridas que pueden tener componentes blancos y amarillos. Además, la piel que rodea a la uña puede engrosarse (hiperqueratosis).
Además, el tratamiento de afecciones al mismo tiempo produce el mejor resultado en la prevención de una diseminación cíclica de hongos entre la piel y las uñas.
Prevenir
Si bien muchos de estos factores son inevitables, se debe prestar especial atención a aquellos que se pueden evitar:
- Los pacientes con enfermedad vascular periférica, diabetes o inmunodeficiencias deben inspeccionar regularmente sus pies y visitar a sus dermatólogos o podiatras.
- Las uñas deben mantenerse prolijamente
- El corte de las cutículas debe evitarse porque las abrasiones y las laceraciones sirven como un portal de entrada para los organismos fúngicos.
- Si las uñas de los pies están infectadas, las manos y los pies deben mantenerse limpios para evitar que la infección se propague.
- Los pies deben mantenerse frescos y secos, con zapatos sueltos.
- El secado mediante polvos anti fúngicos se puede utilizar en los calcetines con regularidad.
- Los calcetines que se mojen por la transpiración deben cambiarse durante el día.
- Es recomendable usar chanclas o sandalias en gimnasios públicos, vestuarios y duchas.