La Secretaría de la Función Pública (SFP) plantea que los trabajadores de la administración pública federal, con esquema completo de vacunación, no tendrán que presentar una prueba Covid-19 negativa para regresar al trabajo presencial.
De acuerdo con modificaciones al acuerdo para el regreso de los burócratas a los centros de trabajo, en las últimas semanas se observa un incremento de casos del virus SARS-CoV-2 con diversas variantes.
"Por lo que la condicionante de pruebas de detección de COVID-19 para el retorno presencial a los centros de trabajo de los servidores públicos, deviene innecesaria para los objetivos que demanda el escenario actual del país, en materia de salud, económica y social".
El acuerdo, que se encuentra bajo análisis de la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria, establece que la prevención del riesgo de contagio pretendida con dicha medida, no es suficiente para garantizar en mayor proporción el derecho a la salud.
"La trascendencia de los resultados de estas pruebas como medida para prevenir los contagios, están supeditadas a ciertos factores como la fecha en que se toma la muestra, periodo de evolución del virus y la fecha de exposición a algún contagio".
"En consecuencia, se colige que el marco ideal es generar un compromiso que refuerza la ética y vocación del servicio público bajo un esquema que permita converger sus derechos y la prevención eficaz, al incorporar como medida de prevención adicional, la posibilidad de que en caso de brote de contagio en las dependencias y entidades o de que algún servidor público a pesar de haberse puesto la vacuna presente síntomas del virus, no tendrá que incorporarse a los centros de trabajo y podrán trabajar desde casa".
La SFP autorizó el regreso al trabajo en oficinas de los funcionarios públicos federales ya vacunados contra el Covid-19, a partir de este 1 de agosto, además de una prueba de detección del virus del SAR-CoV-2.