Más de 60 países y territorios publicaron hoy un comunicado conjunto en el que instan a los actores pertinentes que faciliten la salida segura de extranjeros y afganos que lo deseen.
Tokio,- El Gobierno de Japón evacuará al personal de su embajada en Kabul y ha pedido a sus nacionales residentes en Afganistán que abandonen el país si no hay una causa de fuerza mayor que los retenga allí, tras la toma de poder de los talibanes.
La delegación diplomática japonesa en el país de Oriente Medio, integrada por más de diez empleados, ya ha abandonado la embajada y está a la espera de ser evacuada del territorio, según detalles publicados este lunes por la cadena pública NHK.
El Gobierno de Japón también está pidiendo a sus nacionales que se encuentran en Afganistán que abandonen el país lo antes posible.
Las autoridades japonesas están considerando evacuar a su misión diplomática y a sus ciudadanos en un avión que ha sido utilizado por el Gobierno de Estados Unidos para sus evacuaciones desde el aeropuerto de Kabul, convertido en una improvisada sede diplomática donde se tramitan las salidas y abarrotado de gente intentando huir.
En este sentido, más de 60 países y territorios, entre ellos la Unión Europea, Estados Unidos, Japón y Australia, publicaron hoy un comunicado conjunto en el que instan a los actores pertinentes que faciliten la salida segura de extranjeros y afganos que lo deseen."Dado el deterioro de la situación de seguridad, apoyamos, estamos trabajando para asegurar y pedimos a todas las partes que respeten y faciliten la salida segura y ordenada de nacionales extranjeros y afganos que deseen abandonar el país", dice el texto, que pide que las carreteras y pasos fronterizos permanezcan abiertos."Quienes ocupan puestos de poder y autoridad en todo Afganistán tienen la responsabilidad de proteger la vida humana y la propiedad, y de restablecer inmediatamente la seguridad y el orden civil", añade el escrito, en el que ofrecen ayuda al pueblo afgano, que "merece vivir con seguridad, protección y dignidad".
Los talibanes entraron el domingo en la capital afgana tras la huida del presidente Ashraf Ghani, lo que precipitó y aceleró los planes de evacuación que numerosos países ya habían puesto en marcha ante el rápido avance por todo el país de la facción político-paramilitar tras la retirada de las tropas estadounidenses del país.
La llegada de los talibanes al corazón del país, donde según medios locales han tomado el control del palacio presidencial y las oficinas gubernamentales, supone su vuelta al poder tras 20 años de guerra y un cuarto de siglo después de que entraran en Kabul e instaurasen un régimen radical y rigorista que podría resurgir.