Regreso a clases
En fechas recientes, la Secretaría de Educación Pública (SEP) presentó las Consideraciones Generales para las comunidades educativas públicas y privadas de México, que voluntariamente decidan iniciar clases presenciales.
La SEP informó que en el marco de garantizar el derecho a la educación durante la contingencia sanitaria por el virus SARS-CoV2, resulta fundamental establecer reglas específicas que brinden orientación a las autoridades escolares.
Entre estas se establece que padres y madres de familia o tutores, y educandos tratándose de mayores de edad, deberán anotar su nombre y firmar una carta responsiva y entregarla a las autoridades de la escuela del nivel que corresponda, en donde se indique que no presentan ningún síntoma relacionado con el virus SARS-CoV2.
Además de que se deben acatar las nueve intervenciones sanitarias que ya se han presentado y que se refieren a la instalación de los Comités Participativos de Salud Escolar, así como a garantizar acceso a jabón y agua o gel en todas las escuelas.
También el uso de cubrebocas o pañuelo obligatorio; la sana distancia para las entradas y salidas de los alumnos, recreos escalonados, lugares fijos asignados y asistencia alternada a la escuela; de igual forma, maximizar el uso de espacios abiertos, así como considerar la suspensión de cualquier tipo de ceremonia, la detección temprana de casos de COVID-19 y el apoyo social emocional para docentes y estudiantes.
Según se indicó, los alumnos que, por decisión de sus padres, madres de familia o tutores decidan renunciar al servicio presencial, serán incorporados a un programa de renivelación, a fin de valorar los conocimientos adquiridos, y posteriormente ser reintegrados al nivel o grado respectivo.
Buenas y malas
Conociendo estos lineamientos básicos, parece bien establecido la decisión del Gobierno federal para retomar las clases presenciales; sin embargo, los contrapuntos surgen cuando datos como el dado por la Unesco en 2020 señalan que hasta 40 por ciento de los planteles educativos no cuenta con los mínimos requerimientos de saneamiento.
Asimismo, si bien suena a un adecuado y ordenado regreso en el plano preventivo, no queda del todo claro qué irá ocurriendo cada que surja un positivo a COVID-19 en algún plantel, lo cual no fue detallado ni por el presidente Andrés Manuel López Obrador ni por la secretaria de Educación Pública, Delfina Gómez, en conferencia matutina pese a pregunta directa de la prensa.
“Pues no los manden”, tal fue el comentario de AMLO a quienes critican el regreso presencial y, como es su conocido estilo, acusó que se trata de opositores que considera están en contra del Gobierno.
A mi parecer, no es necesario politizar el tema y lejos de cerrar la decisión a la Federación, es urgente que tal Administración trabaje de forma coordinada con todos los sectores, pues aunque se defina una vuelta a las aulas de forma voluntaria, los impactos que un retorno desordenado podrían tener afectarán a todo el país por igual.
Macroeditor Web
@afchavezfelix