Philadelphia.- Las Águilas tienen ala y media en la final de la Concacaf. América se encargó de dejar noqueado al último representante de la MLS. Philadelphia Union no fue adversario para los azulcremas.
El cuadro estadounidense se notó cansado y con escasas armas para hacerle daño a los amarillos. América jugó sin pisar el acelerador, pero el 2-0 dejó encaminada la serie. América no recibió gol de visitante y tiene todo a favor para acceder al último juego y pelear por ser el mejor equipo de área.
Philadephia dio golpes, el equipo con una serpiente en su escudo quiso amedrentar a los locales con roces, sin embargo, no les funcionó su estrategia.
América controló el juego de inicio a fin, la lluvia les complicó más el partido a los azulcremas que sus propios oponentes. Kacper Przybylko con un remate de tacón puso nervioso a Memo Ochoa demasiado pronto, sin embargo, luego de eso la ONU hecha futbol desapareció. Jim Curtin mandó al campo a jugadores de diez nacionalidades distintas. Un jamaiquino, un inglés, un noruego, un camerunés, un alemán, un húngaro, un venezolano, un brasileño, un polaco y dos estadounidenses fueron los futbolistas del Philadelphia Union.
El equipo de la MLS vislumbró buenas cosas, pero no sucedió eso. América llevó la manija de juego. Santiago Solari ocupó de inicio a tres de sus cuatro medallistas de bronce. Ochoa, Jorge Sánchez y Sebastián Córdova estuvieron en el campo. Henry Martín permaneció en la banca.
Las Águilas marearon a sus adversarios. Álvaro Fidalgo con un remate de cabeza que sacó Andre Blake dio el primer aviso.
La siguiente llegada de los amarillos terminó en la red. Córdova estrelló un tiro libre en la barrera, el rebote le quedó a Richard Sánchez y se pensarlo le pegó de tres dedos, el balón iba para fuera, o esa fue la ilusión óptica, sin embargo, la pelota le pegó en la espalda a Daniel Gazdag y terminó incrustándose en la red. Blake se quedó a medio camino.