La organización terrorista fue derrotada territorialmente en 2017 tras haber controlado amplias zonas de Irak.
Bagdad,- Al menos nueve efectivos de las fuerzas de seguridad iraquíes fallecieron y otros ocho resultaron heridos este miércoles al estallar un cargamento de munición perteneciente al grupo yihadista Estado Islámico (EI) mientras era transportado en un vehículo en la ciudad de Beiyi, al norte de Bagdad.
El coronel de la comandancia de Policía de la provincia de Saladino, Husein al Yaburi, dijo a Efe que "una fuerza conjunta del Ejército y de la Policía halló un cargamento de munición que contenía artefactos explosivos, bombas y armas" del EI, y que explotó mientras era transportado para su posterior detonación.
Según el coronel, durante la operación se produjo "una explosión en el camión que causó la muerte de nueve efectivos de seguridad, entre ellos un oficial con rango de teniente primero y heridas a otros ocho, además de la destrucción del camión y daños a un vehículo policial".
La comandancia de Policía de Saladino, provincia en la que se ubica la localidad de Beiyi, abrió una investigación para averiguar las causas del incidente, de acuerdo con Al Yaburi.
Unidades de la agrupación progubernamental de milicias Multitud Popular, Ejército iraquí y Policía local están desplegadas en diversas zonas de Beiyi, donde realizan operaciones de inspección y búsqueda de almacenes escondidos de armas del grupo yihadista, con la intención de destruir su armamento.
En la actualidad, Estado Islámico no opera en las proximidades de Beiyi, pero las fuerzas de seguridad actúan en prevención de que el grupo terrorista se reorganice y sus células durmientes hagan uso de los escondites esparcidos en la región.
El pasado 30 de julio murieron ocho personas y una treintena resultaron heridas en un atentado del EI durante un funeral en la ciudad de Yathreb, en Saladino.
La organización terrorista fue derrotada territorialmente en 2017 tras haber controlado amplias zonas de Irak, pero sus remanentes todavía siguen llevandoa cabo ataques, sobre todo contra las fuerzas de seguridad iraquíes y particularmente en la frontera con Siria y el norte y centro del país.
Según un informe del Centro de Política Global publicado en 2020, se calcula que quedan unos 4.000 terroristas activos y otros 8.000 en células durmientes en todo el país.