Luchan para que El Ágora no se convierta en otro 'elefante blanco'

Hace un mes que la empresa encargada de su remodelación la concluyó, por más de 50 millones de pesos.

SALINA CRUZ, Oax.,- Los durmientes aceitados y dispersos alrededor de la antigua estación del Ferrocarril de Tehuantepec, los oxidados fierros y las paredes con salitre que mostraban hace tan sólo ocho meses atrás el deteriorado abandono de uno de los más emblemáticos símbolos del pueblo de Salina Cruz, desaparecieron.

El edificio estilo inglés construido por Porfirio Díaz y que da testimonio del desarrollo comercial que hace más de 100 años tuvo el puerto de Salina Cruz, hoy revive con un diseño más moderno y de la mano del proyecto estrella del gobierno federal, el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec.

Según crónicas históricas, el 23 de enero de 1907, Díaz, acompañado por Weetman Pearson y figuras de otros países, inauguró la estación junto con el ambicioso proyecto ferroviario, símbolo de su gobierno. Por este inmueble pasaron las primeras cargas de azúcar de Hawai y después fueron enviadas a Filadelfia.

Al patio de maniobras de esta estación llegaron mercancías de Coatzacoalcos, provenientes de Nueva York, Estados Unidos, que iban a llegar a San Francisco, ciudad del mismo país, y Honolulu, la capital de Hawai.

El desarrollo económico que venía de la mano con el ferrocarril se vio reflejado en este edificio histórico; quizá por ello el decline del tren también se proyectó en el aspecto del ágora, hasta convertirse en un esqueleto abandonado y en tiempos de tragedias, como el sismo de 2017, en un mercado provisional.

Hace un mes que la empresa encargada de su remodelación la concluyó, por más de 50 millones de pesos.

La antigua estación en el barrio La Hormiga fue rebautizada por el gobierno de la Cuarta Transformación como El Centro Cultural y Espacio Público El Ágora de Salina Cruz, uno de los seis proyectos federales que la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) desarrolló en Salina Cruz y que pertenece al Programa de Mejoramiento Urbano.

En una superficie de 8 mil 550 metros cuadrados se rehabilitaron ocho aulas para que se desarrollen las disciplinas danza, fotografía, pintura y literatura. Se trata de un ágora para albergar hasta 200 personas, con área verde, espacios de mesas para llevar a cabo competencias de ajedrez o de descanso, así como una pequeña explanada para otras actividades.

La obra concluyó en mayo, pero la autoridad municipal no ha querido recibir el nuevo inmueble porque no tiene los recursos suficientes para darle mantenimiento y echarla a andar, ya que para su efectivo funcionamiento requiere de recursos, personal de mantenimiento, administrativo, así como de seguridad.

Para lograr que este espacio no se convierta en un elefante blanco con el tiempo, los vecinos de la zona, ciudadanos y artistas conformaron un comité comunitario. Buscan que su funcionamiento esté apegado a los principios para los cuales fue creado y que no se termine convirtiendo en una oficina administrativa del ayuntamiento, como se pretendía en un principio.

Claudia Daowz, integrante del grupo Impulso Artístico Salina Cruz, indicó que se están haciendo esfuerzos para que de manera organizada se reactive el centro cultural lo más pronto posible. Para esta reconocida fotógrafa istmeña, por primera vez se crea un espacio para la cultura con recursos públicos.

"Estamos contentos con la obra que se creó, por eso nos organizamos como sociedad para no permitir que se destine a otro fin a lo creado, impulsar todas las expresiones culturales de manera interdisciplinaria.

"La intención es trabajar en comunidad para que se logre el objetivo; mientras esperamos que ya se estén planificando actividades para aprovechar el espacio", explica.

La comunidad artística de Salina Cruz espera que antes de que concluya la presente administración el edificio se reactive y ofrezca una gama de propuestas culturales al pueblo.

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