Liz Williams, experta en biomecánica forense, reavivó la hipótesis que refiere que las mujeres atletas están en mayor peligro de padecer una lesión cerebral traumática que los hombres deportistas.
Esto a causa de golpes en la cabeza propinados por un balón, el impacto con una o un contrincante o choques con el suelo.
En los últimos años, actividades físicas como el fútbol y el rugby agrupan un mayor de número de deportistas mujeres. Es por ello, que los científicos se han interesado en comprender la forma en que los nervios cerebrales reaccionan a estas lesiones constantes.
Fue así como Williams, investigadora de la Universidad de Swansa, en Reino Unido, entregó a un grupo de jugadoras de rugby con protectores bucales, pero no eran guardas orales comunes, sino que contenían un sensor que midió la velocidad con que se movía la cabeza.
"Hubo algunos casos en los que mi sangre se enfrió", aseguró la experta.
Cuando las atletas eran "tacleadas" y caían, sus cabezas a menudo se estrellaban contra el suelo y los censores indicaron que el cráneo se aceleraba. Según Williams esto significó un mayor riesgo de lesión cerebral para las participantes.
En este momento, la científica señaló al personal médico la gravedad del golpe. Sin embargo, las personas que atienden las lesiones de los deportistas no estaban capacitadas para reconocer el impacto de dichos golpes, por lo que consideraron que las mujeres debían continuar en la contienda.
La investigadora de Swansa aseveró que esta clase de daño por latigazo cervical se identifica con mucha más infrecuencia en los atletas del sexo masculino.
La preocupación de la experta radica en que tras la afectación de una conmoción cerebral la recuperación es muy lenta y el panorama, según los expertos, se vuelve cada vez más alarmante.
Un claro ejemplo del efecto de estos golpes a lo largo de toda una carrera deportiva es el caso de Sue López, una de las primeras jugadoras de fútbol semiprofesional en Reino Unido, durante la década de 1970. "Nature" informó que la atleta fue diagnosticada con demencia por conmociones cerebrales, producto del cabeceo del balón.
Aunque la ciencia aún se encuentra en una etapa inicial para comprender este fenómeno, hasta la fecha, ha propuesto que las diferencias en la microestructura del cerebro hasta la influencia de las hormonas, los regímenes de entrenamiento, el nivel de experiencia de los jugadores y el manejo de las lesiones podrían ser los factores principales de esta causal.
Michael Gray, investigador de la neurociencia de rehabilitación en la Universidad de East Anglia en Norwich, Reino Unido, señaló que la conmoción cerebral de las mujeres ha sido estudiada con reportes pasados, basados en el estudio de hombres.
"Tomamos todos estos datos, principalmente de estudios sobre hombres; los aplicamos a las mujeres. Eso tiene que cambiar", aseveró.
Los últimos estudios, y uno de los primeros en centrarse en las lesiones de mujeres deportistas, demuestran que las atletas femeninas tienen 1.9 veces más probabilidades de desarrollar una conmoción cerebral, relacionada con el deporte que sus contemporáneos masculinos que ejercen la misma o similar disciplina.
Una demostración de ello se ve reflejada en la investigación -aún no publicada- de Williams sobre las jugadoras de rugby.
Los hallazgos muestran que más del 50% de las 25 mujeres participantes experimentaron lesiones causadas por el latigazo de su cabeza contra el suelo, a diferencia de los jugadores masculinos, pues sólo uno de ellos registró problemas.
"No esperaba eso, ese es un descubrimiento importante", reveló.
De acuerdo con los expertos, las mujeres corren más riesgo debió a que la fibra que cubre sus neuronas, llamada axón, podría ser más delgada que la de los hombres. Esto podría ser la responsable de las diferencias y los efectos que podría tener relación con una lesión cerebral.