Andre Jardine, técnico de la selección de fútbol de Brasil, aseguró que "jugar la final" de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 "es un sueño".
El entrenador del cuadro brasileño, que eliminó a México tras la tanda de penaltis (4-1) después de acabar el partido y la prórroga con empate a cero, indicó que el encuentro fue como "una película de vida" por todo lo que vivieron.
"Aunque no ganamos en los 90 minutos tomamos más riesgos que el rival", apuntó Jardine, quien aseguró que respetaron "mucho al equipo mexicano, que es un rival tradicional".
Preguntado en la rueda de prensa sobre qué rival prefería para la final, si Japón o España -a la postre su oponente-, aseguró que ambos eran "grandes equipos". "Japón llegó bien preparado, ya hemos jugado contra ellos y España está con su máxima fuerza y ha formado un equipo potente a lo largo del torneo. Va a ser un rival fuerte", dijo.
Se mostró "orgulloso" de su equipo. "Durante la charla previa al partido les alabé por su dedicación y por su esfuerzo. Ninguno mostró ninguna vanidad, siempre respetaron mis decisiones. Sabía que iban a hacer un gran partido contra México y lo hicieron", afirmó.
Por su parte, Bruno Guimaraes, uno de los mejores de su equipo, ensalzó al guardameta Santos, clave en la tanda de penaltis: "Es un fenómeno, una persona única, un ser humano sensacional, una persona de gran calidad, un portero genial. Para mí es una superestrella en su posición. Me alegro mucho por él, es como un hermano. Ganamos muchos títulos juntos en el Atletico (Paranaense) y sé por lo que ha pasado. Es un tipo que ha trabajado mucho y se merece todo esto".
El futbolista del Olympique Lyon francés aseguró que había sido un "partido muy difícil" en el que hubo "más alma, voluntad, que talento". "Estoy muy contento de estar en otra final, esperamos ganar otro oro olímpico", apostilló.