El cubano Juan Miguel Echevarría, ganador de la medalla de plata en el triple salto de los Juegos Olímpicos de Tokio (Japón), reconoció que la sensación de no poder ganar el oro es de frustración y que las lágrimas que tiene "son de dolor y no de alegría" por no poder ver a Cuba en los más alto del podio.
El último salto en la final del griego Miltiadis Tentoglu, campeón de Europa, que se fue hasta los 8,41 metros, los mismos de Juan Miguel Echevarría, privaron al cubano de conquistar la gloria olímpica.
El salto ganador de Tentoglou era igual que el mejor de Echevarría, pero el griego tenía mejor segundo para el desempate: 8,15 frente a 8,09.
"La sensación de ver ese salto de Tentoglou y ver que no puedes hacer nada es horrible. No se la deseo a nadie. Es una situación muy incómoda, te pone en un estado de nervios que no sabes qué hacer y no hay capacidad para reaccionar porque sabes que no puedes resolver el problema", dijo Echevarría en conferencia de prensa.
"Es muy difícil ver que pierdes una medalla de oro en un último salto que es igual al tuyo. La plata no es lo que esperaba, pero en todo caso es un premio que es bienvenido", subrayó el atleta cubano, frustrado por no escuchar el himno de su país en el Estadio Olímpico de Tokio.
"Me duele la vida y el alma porque soñé mucho con la victoria, hasta el punto que ya veía a Cuba en lo más alto del podio con mi oro y la plata de Maykel. Hubiera sido algo histórico para nuestro país, para nuestra isla", finalizó.