El Ejército afirmó en otro comunicado que sus fuerzas mataron a 51 combatientes hutíes en los combates de Marib que tuvieron lugar ayer, domingo.
Saná,- El Ejército yemení afirmó hoy que ha matado a más de 250 rebeldes chiíes hutíes en las últimas dos semanas, incluidos 51 que fallecieron ayer, domingo, en los dos frentes de batalla que mantienen activos en el país.
"La milicia hutí perdió a más de 200 de sus combatientes, entre ellos comandantes en el terreno" en las últimas dos semanas, afirmó el general Mansour Thawaba en declaraciones publicadas por el sitio web del Ministerio de Defensa del Gobierno yemení reconocido internacionalmente.
Thawaba indicó que sus tropas libraron encarnizados combates en el frente de Nataa, en la provincia central de Al Baida, así como en los Al Kassara, Al Mashjah, Sirwah y Murad, en Marib, provincia situada también en el centro del país y muy rica en petróleo.
Por otro lado, el Ejército afirmó en otro comunicado que sus fuerzas mataron a 51 combatientes hutíes en los combates de Marib que tuvieron lugar ayer, domingo.
Los combates comenzaron cuando las fuerzas gubernamentales emprendieron un contraataque contra los hutíes en el oeste de Marib, según el comunicado enviado por el centro de medios del Ejército.
Simultáneamente, la aviación de la coalición árabe que dirige Arabia Saudí, atacaron posiciones y refuerzos de los hutíes en el frente de Al Mashjah, "matando a todos los que estaban a bordo de los vehículos, y destruyendo sus armas y municiones", se apunta en el comunicado.
Por su parte, la televisión yemení Al Masira, portavoz de los hutíes, sostuvo que la coalición llevó a cabo 62 ataques aéreos en las provincias de Marib y Al Baida durante la semana pasada, incluidos 20 ataques lanzados el domingo en Marib.
Sin embargo, los hutíes no han reaccionado ante la información ofrecida por el Ejército yemení sobre la cifra de muertes.
Asimismo, el Ejército yemení tampoco ha desvelado si ha habido bajas en sus filas durante los combates de las últimas dos semanas.
Actualmente, las partes en conflicto mantienen abierto un frente en Al Baida, región conquistada por los insurgentes chiíes en 2014 y que conecta con la capital de Yemen, Saná, y otro en Marib, último bastión del Gobierno en esta zona del país, cuya batalla comenzó el pasado febrero tras el avance de los hutíes.
Los hutíes controlan amplias zonas del norte y el oeste del Yemen, incluida Saná, de donde expulsaron al Ejecutivo en 2014, lo que llevó a la intervención en marzo de 2015 de la coalición árabe en apoyo del presidente yemení, Abdo Rabu Mansur Hadi.