Una tarea ahora más urgente dada la falta de espectadores en las gradas por la pandemia.
El más mínimo aliento puede acabar dejando fuera su objetivo, por lo que los arqueros deben combatir la presión y los nervios para calmar su ritmo cardíaco y fijar su posición.
Por primera vez, esos cambios en el ritmo del corazón se podrán ver en directo en unos Juegos Olímpicos gracias a controles biométricos.
"En los Juegos Olímpicos, siempre tratamos de estar a la vanguardia de la tecnología que nos permita contar mejor la historia de los mejores atletas del mundo", explica Yannis Exarchos, director ejecutivo de Olympic Broadcasting Services (OBS), el organismo del Comité Olímpico Internacional encargado de producir y facilitar la imagen de las competiciones a las cadenas compradoras de los derechos de transmisión, como la BBC.