Madiba.
No son pocos los personajes que admiro, algunos más cercanos y otros históricos. A uno de los más fuertes, quiero dedicarle esta columna.
Hace 103 años, en Mvezo, en la Unión de Sudáfrica, nació Nelson Mandela, uno de los más reconocidos e incansables luchadores sociales y humanitarios, cuyo esfuerzo ha sido tal que le valió llevar el título de “Madiba”, que las comunidades sudafricanas dan de manera honorífica.
Abogado y político, Mandela saltó también a la escena internacional por convertirse en el primer presidente de Sudáfrica en ser elegido por la vía democrática a través del sufragio universal.
Esas elecciones fueron ganadas por Mandela tras ser liberado, pues permaneció 27 años en prisión acusado y condenado por sabotaje.
Desde entonces dedicó su vida a la lucha social y humana por la justicia y la democracia, a tal grado que su mensaje de reconciliación y convivencia entre razas, que hizo posible la transición hacia una Sudáfrica democrática, le valió el premio Nobel de la Paz en 1993, que recibió junto al entonces presidente sudafricano, Frederik Willem de Klerk. Además del Nobel, Mandela recibió 250 premios y reconocimientos internacionales.
Y en reconocimiento a sus aportaciones a la cultura de la paz y la libertad, la Asamblea General de Naciones Unidas, reunida en noviembre de 2009 y en base a su resolución 64/13 proclamó el Día Internacional de Nelson Mandela, a celebrarse cada 18 de julio desde el año 2010.
Con esto, se busca rendir homenaje al fallecido líder y a su "dedicación al servicio de la humanidad a través de su labor humanitaria en los ámbitos de la solución de conflictos, las relaciones interraciales, la promoción y protección de los derechos humanos, la reconciliación, la igualdad entre los géneros, los derechos de los niños y otros grupos vulnerables, y la defensa de las comunidades pobres y subdesarrolladas”.
"(Asimismo) se reconoce también su contribución a la lucha por la democracia a nivel internacional y a la promoción de una cultura de paz en todo el mundo", según Naciones Unidas.
LEGADO
Como periodista y comunicador, siempre he considerado que a la par de las acciones, las palabras son un legado, aquí le dejo al lector algunas de mis citas favoritas de Mandela, un personaje referido por muchos, alcanzado por pocos.
“La muerte es algo inevitable. Cuando un hombre ha hecho lo que él considera como su deber para con su pueblo y su país, puede descansar en paz. Creo que he hecho ese esfuerzo y que, por lo tanto, dormiré por toda la eternidad”.
“Erradicar la pobreza no es un acto de caridad, es un acto de justicia”.
“Todos pueden superar sus circunstancias y alcanzar el éxito si tienen dedicación y pasión por lo que hacen”.
Macroeditor Web
@afchavezfelix