Desempleo e infidelidad detonan violencia doméstica

Las mujeres son las principales afectadas

La violencia doméstica es un problema social que parece no tiene fin y se presenta de forma cotidiana en la sociedad. Puede ser física, verbal, psicológica y laboral. Hombres y mujeres puedens ser víctimas o agresores. La psicóloga María Antonieta Celaya Ortiz define que “la violencia ocurre cuando una persona quiere oponerte un poder y la otra parte se siente sometida”. 

Factores como el pobre control emocional, ser testigo o víctima de violencia desde edades tempranas, y cuestiones del entorno, son puntos claves que definen el perfil de un agresor. Las mujeres son las principales víctimas de violencia doméstica. De la totalidad de casos registrados, 75% demostró que la mujer es copartícipe de la violencia doméstica. Los hijos, familias numerosas, problemas económicos, desempleo, infidelidad y falta de comunicación son los principales detonantes de que exista violencia dentro del entorno familiar. 

Violencia 
El tema de la violencia se hizo más visible desde que inició el empoderamiento de la mujer, haciendo los casos más notorios y aumentando cada día el número de denuncias. “Hay que estar alertas siempre porque hay un acto que te dice si alguien puede ser violento”, advirtió la ciudadana María del Carmen.
Los focos rojos para detectar a una persona violenta son muy específicos:  “Insultos, gritos, manipulación, descalificación, ausencia… son las alertas que se presenta antes de un episodio de violencia”, dijo la psicóloga Antonieta Celaya. 
Sociedad
Las personas, sean hombres o mujeres, que puedan estar expuestos a una situación de violencia, cuentan con el respaldo de las dependencias de gobierno, que están dispuestas a brindar ayuda. CAIF, DIF y el Centro de Empoderamiento de la Mujer cuentan con programas para apoyar a las víctimas de violencia.
La psicóloga dijo que estas instituciones cuentan con programas de ayuda psicológica y terapias, además de recibir a parejas en caso de querer solucionar los problemas o llegar a buenos términos en situaciones como la reestructuración familia. 
Existen movimientos y grupos de mujeres que ayudan a todas aquellas personas que sufren de violencia. Aunque la lucha constante entre víctima y agresor nunca terminará, desde años atrás se ha tratado que los casos de abuso físico y psicológico se castiguen de acuerdo con la ley, sin que quede impune ningún proceso de violencia.

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