A partir de esta semana el último sector de estudiantes que aún se encontraba en la recta final del ciclo escolar concluyó uno más y ‘salió de vacaciones’. Para muchos esta era la etapa de algarabía después de un largo año de estudios, ya que es el periodo vacacional más prolongado y en el que regularmente se aprovecha para salir a ríos, playas y demás. Sin embargo este año es diferente, ya que al contrario de querer olvidarse de las aulas, el alumnado quería regresar a ellas.
Si bien en algunas escuelas privadas el modelo híbrido de estudios se ‘dio’, las promesas del regreso a clases presenciales nunca fueron una realidad y lo peor del asunto es que al parecer ni siquiera para el próximo ciclo se podrá volver a la normalidad en este sentido, lo que agudiza los ánimos de padres y estudiantes.
La realidad es que a más de un año de salir de los salones, las clases en línea no han demostrado tener la calidad necesaria para considerarlas como un modelo serio de educación a nivel nacional; gran parte del alumnado ‘pasó’ el año sólo porque no existe una manera tangible de comprobar su falta de aprendizaje, con lo que el nivel de estudios definitivamente se ve mermado sobre todo en los niveles básicos y medios de la educación en los que habitualmente se requiere la instrucción del profesor de manera presencial.
Todo lo anterior aunado a la falta de socialización con los compañeros, amigos y demás, logran un entorno psicológico comprometedor que en muchos casos es silencioso pero claramente palpable: el desarrollo emocional se ve afectado directamente, las costumbres se limitan a las mismas dos o tres caras en el día a día y la rutina vuelve aún más grave la situación. Tan es así que las graduaciones y las ‘vacaciones’ que ya comienzan no son, para nada, una alegría para los estudiantes, aunque tampoco para los padres.
Con los aumentos en los casos positivos de COVID causados por el relajamiento y los viajes a playas concurridas como es el caso de Mazatlán, difícil se antoja que se puedan disfrutar unas vacaciones como en años anteriores, cuando éramos felices y no lo sabíamos. Por lo pronto no queda más que ver el lado positivo de la situación (si es que existe) y aprovechar el tiempo de la mejor manera, a veces uno no sabe qué habilidades tiene hasta que el ocio hace su trabajo.
Rumores de pasillo
Y en cuestiones locales llegaron a la redacción algunos rumores interesantes que involucran directamente a la cuarta jurisdicción sanitaria de Monclova así como a su jefe a cargo Faustino Aguilar, a quien se acusa de proteger al supuesto acosador (anteriormente encargado del departamento de promoción a la salud) que hace unas semanas denunciaron siete empleadas de esta dependencia y que a la fecha no han tenido una respuesta clara.
Pues bien, no me hagan mucho caso pero por ahí dicen que si para el día de hoy la situación no se aclara, mañana jueves las afectadas y quienes simpatizan con ellas tomarán las instalaciones de la cuarta jurisdicción exigiendo una resolución inmediata y además la destitución de Faustino. ¿Será? Ya veremos mañana.
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