El comunero fallecido y militante de la misma organización es Pablo Marchant.
Santiago de Chile,- Un comunero mapuche cuya identidad no ha sido oficialmente confirmada murió tras recibir disparos por parte de Carabineros (Policía militarizada de Chile) en la zona de Carahue, en la Región de La Araucanía (sur), la tarde del viernes.
El hombre baleado habría participado de una acción de sabotaje a maquinaria forestal perteneciente a la empresa de extracción maderera Minico, propiedad de uno de los grupos económicos más poderosos del país y que estaba custodiada por la fuerza pública debido a una orden judicial.
Según medios nacionales, el fallecido era Ernesto Llaitul Pezoa, de 26 años e hijo de Héctor Llaitul, uno de los líderes mapuches más reconocidos del país y vocero de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM).
La versión, de hecho, había sido secundada por la Alianza Territorial Mapuche en palabras de su vocero, Mijael Carbone Queipul, quien lamentó y condenó lo ocurrido.
Sin embargo, durante la madrugada de este sábado el mismo Héctor Llaitul acudió al lugar de los hechos y, según confirmó Fiscalía, no reconoció el cuerpo abatido como el de su hijo.
"No sé por qué Carabineros dio por hecho que era mi hijo y como empezó a circular esa información, nosotros también lo suponíamos, pero cuando vimos el cuerpo vi que no era mi hijo, no era Ernesto. Hay un morbo terrible sobre que abatieron a mi hijo", señaló Llaitul al medio Interferencia.
De acuerdo al dirigente de la CAM, el comunero fallecido y militante de la misma organización es Pablo Marchant, aunque la Fiscalía aún trabaja en peritajes para confirmar la identidad de la persona.
La muerte del joven mapuche por la acción de Carabineros se da después de que la Convención Constitucional chilena emitiera el pasado jueves una declaración pidiendo al Congreso indultar a los presos de la causa mapuche y la desmilitarización inmediata de La Araucanía.
En dicha zona y otras regiones del sur de Chile existe hace décadas el llamado "conflicto mapuche", que enfrenta a comunidades indígenas con empresas agrícolas y forestales que explotan tierras consideradas ancestrales.
El pueblo mapuche, la etnia indígena más numerosa de Chile, reclama las tierras que habitaron durante siglos, antes de que fueran ocupadas a la fuerza por el Estado chileno a fines del siglo XIX en un proceso conocido oficialmente como la "Pacificación de La Araucanía" y que ahora pertenecen en su mayoría a empresas forestales.
En este contexto, son frecuentes los ataques incendiarios a maquinaria y predios y el conflicto ha costado la vida a un gran número de comuneros mapuches, registrándose además la muerte de policías y huelgas de hambre de presos indígenas.