Italia construyó poco a poco una hazaña que quedará en su historia.
Redacción Deportes,- La selección de Italia obró el milagro este domingo en Belgrado al doblegar 102-95 a Serbia, plata en Río 2016, en la final del preolímpico de Belgrado y selló su clasificación para los Juegos de Tokio, tras una espera de 17 años.
Una monumental prestación de la Italia de Meo Sacchetti, pese a las bajas de Danilo Gallinari o Marco Belinelli, hundió a Serbia con 24 puntos de Nicoló Mannion, 22 de Achille Polonara y 21 de Simone Fontecchio.
Italia puso fin a una racha de siete derrotas consecutivas ante Serbia, que no pudo contar con Nikola Jokic, y volverá a unos Juegos tras la plata ganada en Atenas 2004.
En el pabellón Hala Aleksandar Nikolic de Belgrado, Serbia, que había ganado con más apuros de lo esperado sus dos partidos de la fase de grupos, ante República Dominicana y Filipinas, se estrelló ante el compromiso, la concentración y el gran día en los triples de Italia, que acabó con 14 de 34.
La selección serbia infravaloró el partido y solo se encendió con jugadas individuales de Filip Petrusev (29 puntos) o Danilo Andjusic (25 puntos), ante una Italia que construyó poco a poco una hazaña que quedará en su historia.
Los "azzurri" aprovecharon las importantes bajas serbias, encabezadas por Nikola Jokic, MVP de la última NBA, y Vasilije Micic, y siempre mandaron en el partido.
Un Mannion intratable lideró a Italia con nueve puntos en doce minutos para darle una ventaja de seis tras el primer cuarto (28-22), pero fue en el segundo cuando los italianos dispararon sus porcentajes en los tiros de tres. Pasaron del 2 de 9 a un 9 de 18 que les permitió incrementar el margen hasta las doce unidades al descanso.
Se esperaba una reacción de Serbia en la segunda mitad, pero fue Italia la que siguió apretando y llegó a incrementar su ventaja hasta los 24 puntos (73-49), con Polonara, Fontecchio y Alessandro Pajola que, en estado de gracia, fueron contundentes.
Fue entonces cuando Italia empezó a ver acercarse un milagro y la tensión, en algunos momentos, la frenó. Serbia, pese a no brillar, intentó reabrir el partido y consiguió reducir las distancias hasta los ocho puntos (90-98), pero ya era demasiado tarde para evitar la gran sorpresa del preolímpico.