"Aunque usted participó en la salvación de algunas de las familias tutsis que estaban siendo perseguidas, su conducta durante el genocidio es parte del crimen de genocidio"
Kigali,- La Justicia ruandesa condenó hoy a 25 años a Jean Claude Iyamuremye, exlíder de una milicia extraditado desde Holanda en 2016, por su papel en el genocidio que sacudió al país en 1994, en el que unas 800.000 personas fueron asesinadas.
"En base a la evidencia presentada por la acusación, incluyendo testigos oculares que sobrevivieron, se descubrió que usted estuvo involucrado en el asesinato de tutsis en el Centro de Salud de Kicukiro y el bosque de Nyanza, en Kicukiro, en Kigali", dijo el juez de la Sala del Tribunal Superior de Delitos Internacionales y Transfronterizos, desde la localidad de Nyanza.
En su fallo, el magistrado aseguró que había optado por una sentencia indulgente para Iyamuremye, en vez de la cadena perpetua, porque cometió el crimen cuando tenía solo 19 años y salvó también a algunas familias tutsis a punto de ser asesinadas.
"Aunque usted participó en la salvación de algunas de las familias tutsis que estaban siendo perseguidas, su conducta durante el genocidio es parte del crimen de genocidio", apuntó, sin embargo, el tribunal.
Según el juez, quedó demostrado sin lugar a dudas la pertenencia del condenado a las milicias hutu Interahamwe ("Los que pelean juntos"), responsables de gran parte de los asesinatos cometidos entre abril y julio de 1994 -en muchos casos a sangre fría y machetazos- que dejaron unos 800.000 víctimas de la etnia tutsi así como algunos hutus moderados, en apenas cien días.
Iyamuremye, de 45 años, es sospechoso de haber liderado la rama de las milicias Interahamwe en el distrito de Kicukiro, en la capital, y fue extraditado desde Holanda en 2016 tras haber sido arrestado en 2013, después de que el Gobierno ruandés solicitara su extradición.
Sobre él, pesaban los cargos de genocidio, conspiración y complicidad para cometer genocidio, incitación pública y directa para cometerlo, y tanto asesinato como exterminación como crímenes contra la humanidad.
El exmiliciano se declaró inocente y alegó en su defensa que no podría haber cometido tales crímenes contra los tutsis porque su propia madre era de esta etnia.
En 2014, antes de ser extraditado, Iyamuremye presentó una denuncia ante la Justicia holandesa y la Justicia ruandesa contra el presidente de esta nación africana, Paul Kagame, acusándolo de algunos de crímenes como complicidad con el genocidio, crímenes de guerra y contra la humanidad y desapariciones forzadas.
Actualmente, se está desarrollando también el proceso judicial contra Paul Rusesabagina, exgerente del establecimiento que inspiró el filme "Hotel Ruanda" (2004) sobre el genocidio, que está siendo juzgado en la misma corte ruandesa por delitos de terrorismo y para quien la fiscalía pide cadena perpetua.
Sobre Rusesabagina, de 66 años, pesan nueve cargos relacionados con terrorismo por liderar el Frente de Liberación Nacional (FLN), brazo armado de su partido, el Movimiento de Ruanda por el Cambio Democrático (MRCD), al que también es sospechoso de pertenecer Iyamuremye.
según las autoridades ruandesas, el exgerente fue detenido el 31 de agosto de 2020 en el aeropuerto internacional de Kigali, pero la familia y sus abogados denuncian que fue "secuestrado, desaparecido y entregado irregularmente de Dubái a Ruanda".
El genocidio, uno de los peores de la historia reciente, empezó el 7 de abril de 1994, tras el asesinato el día anterior de los presidentes de Ruanda, Juvénal Habyarimana, y Burundi, Cyprien Ntaryamira, ambos hutu -de los que el Gobierno culpó a los rebeldes tutsis del Frente Patriótico, liderado por Kagame- cuando el avión en el que viajaban fue derribado sobre la capital del país.