Argelia está dispuesta a intervenir en el país vecino para evitar que Trípoli pueda caer en manos de las milicias.
Argel,- El jefe del Ejército argelino, general Saïd Chanegriha, alertó hoy de que Argelia responderá a cualquier amenaza a sus fronteras, en una velada advertencia al mariscal Jalifa Hafter, tutor del antiguo gobierno no reconocido en el este de Libia y un hombre fuerte del país.
En un discurso en la ciudad de Djanet, fronteriza con Libia, el hombre más influyente de Argelia señaló que el Ejército que comanda es fuerte y valiente" y que "el pueblo argelino ha sido revolucionario y combativo a través de los tiempos. Es más noble y no puede ser sacudido por locos o temerarios".
Argelia "nunca aceptará una amenaza, venga de donde venga, ni se someta a nadie, sea cual sea su poder", advirtió antes de subrayar "que todo aquel que impulsado por su espíritu enfermo y sed de poder busque dañar la reputación, la seguridad y la integridad territorial de Argelia" recibirá una respuesta "feroz y resuelta".
DESPLIEGUE EN LA FRONTERA
El discurso coincide con el supuesto despliegue de decenas de milicianos libios asociados con las fuerzas del Hafter en las regiones libias fronterizas con Argelia.
Y se produce cuatro semanas después de que el presidente de la República, Abdelmadjid Tebboune, advirtiera de que Argelia está dispuesta a intervenir en el país vecino para evitar que Trípoli pueda caer en manos de las milicias controladas por el mariscal.
"No podríamos aceptar que una capital africana y norteafricana fuera ocupada por mercenarios", declaró Tebboune en una entrevista concedida al canal por satélite cataría Al Yazira en alusión a las compañías Privadas de Seguridad MIlitar (PSMC) rusas, sudaneses, chadianas y de varios estados árabes y europeos que acompañan a las milicias bajo el mando de Hafter.
FRÁGIL TRANSICIÓN
Libia es un estado fallido, víctimas del caos y la guerra civil, desde que en 2011 la OTAN contribuyera a la victoria de los distintos grupos rebeldes sobre la dictadura de Muamar al Gadafi.
El pasado septiembre, y tras cinco años de combates, las fuerzas del este y el oeste sellaron un acuerdo de alto el fuego negociado por Turquía y Rusia, las dos potencias que más influyen en un conflicto que se ha internacionalizado y privatizado con la entrada decenas de varios países y decenas de PSMC.
Desde marzo existe un nuevo Gobierno Nacional de Unidad (GNU), designado por el Foro para el Diálogo Político para Libia (FDPL), un organismo no electo creado "ad hoc" por la ONU para tratar de estabilizar el país, reunificarlo y conducirlo hasta las elecciones legislativas previstas para el mes de diciembre.