La República Checa dio la primera sorpresa de los octavos de final tras eliminar a los Países Bajos, que perdió 0-2 en el estadio Puskas Aréna de Budapest con los tantos de Tomas Holes y de Patrik Schick en la segunda parte.
La selección dirigida por Jaroslav Silhavy aprovechó su superioridad numérica tras la expulsión por roja directa de Matthijs de Ligt en el minuto 55 y consiguió un billete para la siguiente ronda, en la que se enfrentará a Dinamarca el próximo 3 de julio en Bakú (Azerbaiyán).