"Doy por hecho que Simon Kjær jugará. Tendría que ser algo muy muy grave para dejarlo fuera"
Copenhague,- Si algo ha mostrado Dinamarca en esta Eurocopa, aparte de su capacidad para rehacerse del golpe moral de perder a Christian Eriksen por un problema cardíaco, es su facilidad para cambiar de sistemas y mover a jugadores durante los partidos. El seleccionador, Kasper Hjulmand, lo considera clave.
"Ya cuando nos reunimos en septiembre, hablé mucho con los jugadores. Tenemos jugadores tan buenos y flexibles, como Andreas Christensen, que pueden moverse sin problemas en varias posiciones. Es pura táctica, y eso puede ayudar a solucionar problemas. Te da muchas posibilidades", afirmó hoy en rueda de prensa.
Tanto en el partido contra Rusia como en el de octavos de final ayer frente a Gales, Hjulmand ordenó al central del Chelsea dejar la línea de cinco de la zaga durante un momento del partido y lo colocó de mediocentro, lo que ayudó a mejorar mucho el juego del equipo.
Dinamarca arrancó el torneo jugando un 4-3-3, pero tras el colapso de Eriksen frente a Finlandia, pasó a línea de cinco atrás el resto de partidos. Y el buen resultado le ha hecho mantenerla, aunque puntualmente ha alterado el esquema varias veces.
"Tratamos todo el tiempo de optimizar nuestro en relación con el juego del contrario. Es algo que Kasper ha implementado. Nos ha funcionado bien y le hemos hecho mucho daño a los rivales", dijo hoy el central Joachim Andersen.
Andersen jugó sus primeros minutos contra Gales, en lugar del capitán Simon Kjær, que abandonó por segundo partido seguido el partido renqueante. El delantero Yussuf Poulsen, con molestias, y el lateral Daniel Wass, por enfermedad, fueron bajas. Pero Hjulmand cree que todos estarán listos para los cuartos de final del sábado.
"Doy por hecho que Simon Kjær jugará. Tendría que ser algo muy muy grave para dejarlo fuera", afirmó.
A Hjulmand no le preocupa si el rival será Holanda o la República Checa. Ha estudiado bien a los dos equipos. Y a pesar del favoritismo "oranje", avisa de que los checos le han creado problemas a los holandeses en los últimos partidos. "Les tengo mucho respeto, juegan con mucha intensidad", dice.
Dinamarca ha jugado los tres partidos de la fase de grupos en casa y, el de octavos, en Amsterdam, con temperaturas suaves. El partido de cuartos se jugará en Bakú, donde le espera un panorama muy distinto.
"Bakú y el calor son un problema, lo tenemos muy presentes. Habrá 30 grados. Y eso va a tener su importancia. Tendremos que reflexionar sobre la posesión de la pelota y la presión. Quizás tengamos que trabajar algo más en algunos momentos porque no puedes hacer esprint todo el tiempo", afirmó Hjulmand.