Dedica alma, corazón y vida para salvaguardar, auxiliar y ayudar a la gente en los momentos más difíciles.
FRONTERA, COAH.- Cinco años ha dedicado José Carlos Medina Sandoval a la labor de Socorrista, siempre buscando ayudar en cualquier situación que ponga en riesgo la salud de las personas.
Fue a los 20 años de edad cuando Carlos Medina ingresó a formar parte del grupo de socorristas, quien por el gusto y curiosidad por auxiliar a quien lo necesita inicio en el departamento de Bomberos en la ciudad vecina de Monclova.
A la par inició sus estudios como enfermero que lo impulsó a buscar un trabajo apasionante, al cual le ha dedicado alma, corazón y vida para salvaguardar, auxiliar y ayudar a la gente en los momentos más difíciles.
CRECIÓ VIENDO SOCORRISTAS
Carlos Medina, dijo que toda su vida vio como socorristas iban y venían, ambulancias pasaban cerca de su domicilio en colonia Roma el cual se ubica a un costado de un cuerpo de rescate o base de ambulancias.
“Ahora sí que crecí en ese ambiente, relacionado en el aspecto de las ambulancias”, dijo Carlos.
Así es como nació ese gusto por querer ayudar a la gente pues vio a muchos socorristas que dedicaron su vida a salvar a las personas en todo tipo de accidentes por más riesgosos que parecieran, siempre estuvieron ahí. “Es una satisfacción de todos los días el trabajar de socorrista, incluso sin estar dentro de mi área laboral o en días de trabajo se han presentado situaciones y actúo como civil”, dijo Carlos.
Tanto es su gusto y pasión que asegura si se le presentara la oportunidad de formar un grupo de rescate lo que sería gratificante fundar un equipo a la orden de la ciudadanía.
TODOS LOS DÍAS SON UN RIESGO
Día a día se corren riesgos pues en este trabajo no se sabe cuál es la emergencia o accidente al que se presenta, pero en el último año, dice que la pandemia era lo más riesgoso pues no se sabía a la magnitud que se estaban exponiendo él y sus compañeros al contagio.
“En lo personal lo que más me marca es no poder hacer algo por las personas”, dijo Carlos refiriéndose a que hay ocasiones que los accidentes son tan aparatosos que hay poca esperanza para la gente afectada siendo eso lo más difícil. Sin embargo, el mayor reconforte es cuando logra salvar vidas y la familia lo agradece con el corazón, incluso cuando llegan a verlo nuevamente dice que lo recuerdan con cariño y gratitud, a la par es el ejemplo de muchos niños quienes dicen quieren ser como él son las mejores recompensas que asegura le deja el ser socorrista.
UN TRABAJO QUE QUIERE QUE PERDURE
Carlos quiere que perdure su trabajo sembrando la semilla en los más pequeños y compartiendo su conocimiento con los jóvenes. Pensando en un futuro asegura que de formar una familia será gratificante que sus hijos pudieran seguir sus pasos, pero que en ellos pudiera nacer la habilidad y pasión por ser un socorrista. Hasta ahora él se siente completo y lleno por que los pequeños que al conocer su trabajo lo admiran e incluso siguen su ejemplo y otros dicen que de mayores harán lo posible para seguir sus pasos.