Las trabajadoras y trabajadores del Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca (MACO) emitieron un manifiesto a más de dos meses del cierre del recinto cultural por parte de la asociación Amigos del MACO, que administra el recinto, en el que exigen el pago de los salarios de más de un año y una disculpa pública.
El texto signado por la base trabajadora manifiesta: "nos han impedido el ingreso a nuestro recinto de trabajo, desde el 10 de abril pasado por haber manifestado públicamente que se nos había privado del producto de nuestro trabajo desde el mes de abril del año 2020".
Cabe mencionar que fue en la fecha mencionada cuando la asociación, encargada de la gestión de recursos para el museo, concluyó con el cierre arbitrario del inmueble, desalojando con violencia al trabajador que se encontraba de guardia.
Un día después anunciaron cambio de administración y una auditoría, con la promesa de volver a abrir el museo, pero hasta la fecha eso no ha sucedido.
Asimismo, los empleados refrendaron su intención de mantener activo al MACO, "a pesar de nuestra condición de precariedad económica como trabajadoras y trabajadores del museo a meses de no recibir nuestros pagos de nuestro patrón, la Asociación Civil Amigos del MACO".
Desde que inició el conflicto, en 2020, los trabajadores no han recibido sueldos y, hasta hoy, a once de los 20 que conformaban la planilla les deben más de un año de salario. La deuda total supera el millón de pesos.
"Nos asumimos responsables, desde nuestra propia condición como colaboradores de esta institución, de la permanencia del museo, de su trayectoria e historia; que suma el esfuerzo, el talento, la dedicación y el trabajo de todas y todos quienes hemos sido parte de este maravilloso proyecto, desde su fundación, hasta este momento", señalan.
E insisten en que "el MACO es la casa de todas y todos quienes lo hemos habitado con ideas, proyectos, propuestas, charlas, arte y cultura".
Desde hace al menos dos meses, los trabajadores iniciaron un proceso ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje (JLCyA), a fin de alcanzar un acuerdo con la asociación, pero las audiencias no han prosperado.
"Somos ahora proscritos de nuestro propio sueño. Vetados a través de la intimidación y la violencia de un grupo de personas incapaces al diálogo y proclives al uso de la fuerza para expresarse, por lo que ahora tememos por nuestra integridad moral y física”, afirman en la misiva.
"Seguimos pidiendo justicia para quienes con nuestro trabajo hemos manifestado nuestra inconformidad ante la ausencia de sueldos, trato digno y respeto”", agregan.
En tanto, se dirigen a quienes aún colaboran con los Amigos del MACO y les piden que no se dejen manipular, "entendemos sus necesidades y condiciones, compañeros, mantengan la dignidad realizando su trabajo con eficiencia y compromiso, como siempre, pues tienen la responsabilidad de mantener el buen nombre del MACO", detallan.
En tanto, reiteran la exigencia de pago de los salarios pendientes, así como una disculpa pública por las agresiones y un museo abierto a todas y todos, sin represalias ni exclusiones.