Lyons defendió que cualquier intento de instalar un Gobierno por la fuerza en Kabul iría en contra de los deseos de los afganos y de la postura de la comunidad internacional.
Naciones Unidas,- Los talibanes han recuperado ya más de 50 de los 370 distritos de Afganistán desde que en mayo iniciaron su nueva ofensiva militar y se están posicionando para conquistar numerosas capitales provinciales en cuanto se complete la retirada de las tropas internacionales, según advirtió este martes la ONU.
La enviada de la organización para Afganistán, Deborah Lyons, subrayó ante el Consejo de Seguridad la gravedad de la situación en el país y el riesgo de que se pierdan los progresos logrados durante los últimos 20 años.
Por ello, pidió a la comunidad internacional presión para lograr que los talibanes vuelvan a la mesa de negociaciones y discutan un alto el fuego con las autoridades afganas, subrayando que lo que ocurra en Afganistán tendrá consecuencias a nivel global.
"Como hemos aprendido dolorosamente, un conflicto fragmentado crea una situación más permisiva para que los grupos terroristas recluten, financien, planeen y ejecuten operaciones con alcance global", recalcó.
La actual ofensiva talibán se inició a comienzos de mayo, cuando Estados Unidos y la OTAN comenzaron la última fase de la retirada definitiva de sus tropas, un proceso que concluirá el próximo septiembre.
Según Lyons, los avances de los talibanes son muy significativos y "como resultado de una campaña militar intensificada más de 50 de los 370 distritos de Afganistán han caído desde principios de mayo".
"La mayoría de los distritos que han sido tomados rodean capitales provinciales, lo que sugiere que los talibanes se están posicionando para tratar de hacerse con esas capitales una vez que las fuerzas extranjeras se hayan retirado totalmente", apuntó.
Según subrayó, la ofensiva contradice las promesas de negociación política hechas por los talibanes en el marco de su acuerdo de paz con EU.
Lyons defendió que cualquier intento de instalar un Gobierno por la fuerza en Kabul iría en contra de los deseos de los afganos y de la postura de la comunidad internacional.