"Me cuestionaron por haberles solicitado acompañamiento, pero cuando estás en una situación como ésta, necesitas apoyo".
OAXACA, Oax.,- En un país donde no hay justicia para las mujeres, debe existir la sororidad, sostiene la periodista Soledad Jarquín Edgar, quien desde hace tres años exige justicia tras el asesinato de su hija, María del Sol.
En el camino, Soledad ha encontrado a mujeres que le han brindado apoyo, ya sea legal o emocional o que han compartido con ella sus propios casos, en los que la violencia feminicida les ha trastocado la vida, para juntas, tener fuerza para continuar luchando por justicia.
Soledad caminaba de la mano de su amiga y abogada, la también activista Bárbara García Chávez, quien además conoció a su hija María del Sol. Fue ella a la primera a quien recurrió cuando supo que su hija fue asesinada.
Un año más tarde, Yésica Sánchez Maya, quien es parte de Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad Oaxaca, se sumó al equipo de mujeres que brindan asesoría legal a la periodista, que busca que el caso por el asesinato de su hija avance.
A Yésica, apunta, la conocí en los noventas, en mi labor como reportera. Y fui muy crítica con su trabajo. El 2 de junio de 2018, tras enterarse del crimen contra su hija, Yésica fue una de las primeras personas que llamó a Soledad para ofrecerle apoyo.
"Tomé el apoyo que me ofreció hasta un año después, porque ya estaba muy angustiada. No se había movido nada y no había avances, como no los hay ahora, pero entonces había más incertidumbre porque se habían cerrado las puertas de comunicación con el entonces fiscal, Rubén Vasconcelos", detalla.
La decisión de hacerse acompañar de Consorcio fue criticada, apunta. "Me cuestionaron por haberles solicitado acompañamiento, pero cuando estás en una situación como ésta, necesitas apoyo", dice.
Antes, incluso diputadas federales llevaron el caso a las cámaras. Tras la vinculación con Consorcio, Soledad se vinculó con las representantes del Observatorio Nacional Ciudadano del Feminicidio (OCNF) y aunque ella, en su labor periodística, conoció a varias de las víctimas, reconoce nunca haber imaginado encontrarse de su lado.
Desde entonces, Soledad ha recibido la sororidad y acompañamiento de mujeres como Irinea Buendía, madre de Mariana Lima, considerada como la primera víctima de feminicidio en México, tipificado por la Corte en 2015.
En la lucha de Irinea o en la de Araceli Osorio, madre de Lesvy Rivera Osorio, asesinada por su novio en la UNAM, Soledad encuentra la fuerza y la entereza para continuar su lucha personal, pero reconoce que cada que un caso avanza, también camina la justicia para todas las mujeres que luchan constantemente por alcanzarla. Ambas madres asistieron a las actividades por el tercer aniversario luctuoso de María del Sol.
Así, mujeres de Monterrey, de Chiapas y de varios otros estados, han externado su sororidad con Soledad. "Tenemos que estar juntas, tenemos que andar juntas para hacernos visibles", señala. Sin embargo, admite que es difícil trabajar con el dolor de muchas personas.
El ONCF realizó la iniciativa "Nos van a ver juntas", que conforman varios casos emblemáticos de violencia feminicida y exigen justicia, entre ellos el de María del Sol. "La misma historia que cuento yo, la cuentan ellas de alguna manera", apunta.
En Oaxaca, la Secretaría de las Mujeres de Oaxaca (SMO) juntó a varias víctimas, pero sólo para sus intereses, lamentó Jarquín Edgar, quien además considera que la visibilidad de una, es la visibilidad de todas.
En el tercer aniversario luctuoso de María del Sol también estuvo presente la sobreviviente de intento de feminicidio, María Elena Ríos, quien se pronunció anteriormente por la #JusticiaParaSol. Ambas, Soledad y María Elena, son parte del amplio grupo de mujeres a quienes la Fiscalía, durante la gestión de Rubén Vasconcelos, no dio resultados.
Sobre la joven, Soledad señala que: "Tiene una enorme fuerza de voluntad, de no dejarse vencer".