El tanque tenía fugas y el dueño lo quiso arreglar pegándole un chicle con pintura.
Una joven sufrió ligera intoxicación al inhalar gas butano por accidente la noche de ayer, cuando viajaba a bordo de un automóvil donde el cilindro desprendía el combustible.
Fue minutos después de las 20:00 horas, cuando María N vecina del Fraccionamiento Aguilar fue con su hijo y su nieta a llenar un tanque de gas butano con capacidad de 25 kilos, pues no tenían con qué cocinar la cena.
Así lo hicieron y se constituyeron a la gasera donde solicitaron el servicio, ya de regreso a bordo del carro donde viajaban, la joven se empezó a sentir mal y vomitó debido a la inhalación de gas que salía por debajo del cilindro, pues ya estaba demasiado viejo y tenía fugas.
Al llegar al domicilio colocaron el tanque y el papá de la intoxicada que afortunadamente no pasó a mayores, intentó darle solución a la fuga colocando un chicle y pintura en los orificios, cosa que no arregló el problema pues seguía oliendo a gas en el interior de la casa.
Doña María N decidió llamar a la estación de Bomberos y reportar la situación, acudiendo minutos después los traga humo a la calle Juan de la Barrera, donde ya eran esperados por la mujer quien les contó los pormenores, procediendo a tomar el tanque para llevarlo a despoblado y vaciar el contenido.
Al final y ya fuera de peligro, se le recomendó a la mujer no utilizar más el cilindro pues era seguro que sufriría un daño mayor si volvía a llenar el tanque.