La institución aseguró en un comunicado que sus registros muestran personas de minorías étnicas en 1990
Londres,- El Palacio de Buckingham prohibió a los "inmigrantes de color o extranjeros" servir en altos cargos de oficina dentro de la casa real hasta, al menos, finales de los años 1960, según unos documentos descubiertos por el diario británico "The Guardian".
Los informes han reavivado el debate sobre la familia real británica, que está en el punto de mira tras las acusaciones de racismo vertidas por los duques de Sussex, Enrique y Meghan, en una entrevista con Oprah Winfrey en Estados Unidos.
Estos documentos revelan cómo en 1968 el director financiero de la reina informó a los funcionarios públicos de que los trabajadores de minorías étnicas podían trabajar como sirvientes domésticos, pero no en puestos de oficina de la casa real.
El diario explica que el Palacio de Buckingham se negó a responder a sus preguntas sobre la prohibición y sobre cuándo fue revocada.
Además, la institución aseguró en un comunicado que sus registros muestran personas de minorías étnicas en 1990, pero que "no mantienen registros" de antes de esa década.
En la década de 1960, el Gobierno británico introdujo leyes para ilegalizar el hecho de negarse a emplear a una persona por su origen étnico, pero, según explica la publicación, la reina Isabel II ha permanecido exenta de esa legislación durante "más de cuatro décadas".
Esta exención, según el diario, ha hecho "imposible" que las mujeres o las personas de minorías étnicas que trabajan para su hogar puedan demostrar su discriminación ante los tribunales.
Por su parte, Buckingham alegó que existe un proceso "separado" para gestionar ese tipo de quejas, pero no explicó su funcionamiento ni tampoco clarificó si la exención seguía vigente.
Estos documentos fueron descubiertos por los periodistas en los Archivos Nacionales durante una investigación del medio británico sobre el uso por parte de la familia real de un procedimiento conocido como el "consentimiento de la reina", que la Corona británica podría haber utilizado a su favor para "enmendar las leyes" que no les fuesen favorables, según "The Guardian".